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Lo más agradable de la sandía en verano, su temporada, es su carne crujiente, los jugos refrescantes que llenan la boca a cada mordisco, mucho más que su sabor, algo anodino y que queda iluido sin el crepitar entre los dientes. No digamos si, como es constumbre en los gazpachos de frutas, se combina con otros vegetales de sabores intensos, como ajo, tomate, pimiento, cebolla y pepino, que ocultarán por completo, con el añadido de vinagre, sus aromas simples. Por ello este artículo no versa tanto sobre una versión con fruta de esta elaboración tan española, sino más bien una receta de sopa fría de sandía que juega con especias y elaboraciones de otras latitudes.
Hacer un gazpacho de sandía, al que siempre habría que añadir algo de los elementos centrales de esta sopa española ya imprescindible, no tiene sentido, después de todo lo dicho y según mi criterio. En los alimentos con aromas o sabores más banales se esconde siempre, sin embargo, alguna cualidad camuflada y que es necesario poner de relieve con la mano izquierda culinaria que prestan especias y otros componentes o técnicas culinarias. Le ocurre al chocolate blanco con el jengibre confitado, que saca a relucir facetas desconocidas, chocantes y deliciosas de la manteca de cacao de apariencia tan ingenua.
La sandía, la fruta que triunfa siempre en verano. Foto: Agefotostock
En el caso de la sandía, especias muy poderosas ayudan a realzar cualidades ocultas pero sorprendentes de esta cucurbitácea tras pasar con brevedad por la cazuela. ¿Por qué no hacer una sopa fría de sandía basada en los consejos de Camilla Panjabi?
En su libro Los 50 mejores currys de la India, excelente y muy recomendable, editado por Intermon-Oxfam, ofrece un curry de sandía que puede servir de base para esta sopa. ¿Creía conocer bien la sandía? La sorpresa será mayúscula al primer sorbo.
Preparación de Sopa fría de sandía
Limpiar la sandía de piel, cortarla en cubos de unos 5 - 6 centímetros de lado, y cortar los dados pequeños, de unos 2 centímetros de lado, para servir. Reservarlos en frío rociados con unas gotas de zumo de limón.
Calentar una cazuela y echar las especias hasta el diente de ajo, para que se tuesten, sin dejar de mover. Cuando huela muy bien, sin que se quemen, añadir 2 cucharadas de aceite, el ajo picado, la cúrcuma, revolver y añadir los cubos grandes de sandía.
Dar unas cuantas vueltas durante 2 - 3 minutos, añadir la sal y mojar con el vinagre -yo pondría 3 cucharadas-. Tiene que ser un poco agridulce, picante, aromática, pero eso va en gustos.
Pasar al vaso de la batidora, verter encima el resto del aceite y triturar a la velocidad más alta para que todas las especias se desmenucen. Añadir un poco de agua si está muy espesa. Probar de sal, acidez y dulzor y corregir de lo que parezca necesario.
Pasar a una sopera o ensaladera y dejar enfriar. Servir con los dados reservados.