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La actriz tinerfeña Toni Acosta se encuentra en ruta. La pillamos en plena gira de su última función de teatro, Una madre de película, y charla con nosotros desde Eibar, mientras toma un café americano. Es consciente de que siempre está liada por trabajo, pero asegura que le encanta lo que hace. Ahora que sus hijos son más mayores, puede disfrutar de cada ciudad o pueblo que recorre, su cultura y su buena mesa. A sus 50 años no tiene ya reparo en contar que le encanta comer y no tanto cocinar, aunque tiene un plato estrella: la ensaladilla rusa, receta de su madre.
Acaba de sacar su primera novela, Un caracol en mi armario, divertida, irónica y entrañable como ella… Compañeros de profesión, como Antonio Banderas o Juan Antonio Bayona, pudieron ojearla en primicia en el 75 aniversario de Fotogramas de Plata que ella presentó, por cuarto año consecutivo. Una de sus “noches favoritas del año”.
Me gusta mucho lo que hago y, por eso, aunque esté liada, son líos buenos. Me encuentro en plena gira de mi obra de teatro. Tenemos un montón de fechas cerradas por toda la geografía. Es un proyecto personal que hemos logrado sacar adelante Juan Carlos Rubio y yo y que ahora sacamos de gira que es toda una experiencia.
Toni señala que ahora disfruta mucho las giras porque desde que sus hijos son más mayores ya no tiene que volver corriendo a casa. Aprovecha para ver museos y visitas culturales y comer platos típicos. “Hace unas semanas presenté la Gala Fotogramas de Plata, es el cuarto año que lo hago, y fue todo increíble, aunque me olvidé de posar y lo hice todo al revés, de los nervios. Luego me subí al escenario y me lo pasé tan bien… Es uno de mis eventos favoritos del año, me lo paso bomba. Saqué mi libro, hice autopromo y se lo di a José Antonio Bayona para que hiciera la película”.
Es una de las cosas más valientes, osadas e inconscientes que he hecho. Pero tenía en la cabeza esa historia desde el año 2020. A mí me gusta escribir, y yo iba apuntando notas… y en un parón que tuve de 4 meses, cuando dejé una serie, pensé que era el momento de lanzarme. Tiene mucho humor y comedia porque es como yo afronto la vida y es adictivo. Dicen que es irónica, divertida y entrañable y yo soy un poco así.
Hay inercia a que cada minuto que nos sobra vemos el móvil, pero yo intento coger un libro. Yo tengo la 'Churrería Cibeles' (Av. Infante don Luís, 9) en Boadilla del Monte (Madrid), donde pido un chocolate caliente y estudio guiones, escribo, hago entrevistas o leo. Recomiendo hacerlo. He ido también mucho a escribir a la cafetería-pastelería 'Alverán' (Av. Siglo XXI, s/n). Mi libro, en general, ha sido escrito por las esquinas, en platós, camerinos, en coches de ruta… En cuanto me venía la inspiración, apuntaba.
Me dejo aconsejar mucho por los amigos que tengo en cada ciudad que visito. En ruta siempre paro en restaurantes que tienen huevos fritos con patatas. Lo hacen buenísimo. Cuando la ruta es hacia el norte hay una parada obligatoria: 'Landa’ (Recomendado), en Burgos. Te encuentras a muchos actores comiendo allí, y yo siempre los pido con morcilla. También como allí los canelones de crema que son un escándalo. Disfruto mucho comiendo y he perdido la vergüenza de decir que no me gusta cocinar y no me relaja. No se me da nada mal, tengo un plato estrella que es la ensaladilla rusa con la receta de mi madre. Es famosa, se habla de ella. No he encontrado ningún lugar donde la hagan parecido.
Hace días presentamos la función en Zaragoza y allí descubrí 'Casa Pedro' (Recomendado) que además de estar muy bien de precio, la comida era impresionante. Lo que más, una tapa que era su especialidad y había ganado premios, que es un canelón relleno con salsa de trufa. Fui de cena romántica, porque era el cumpleaños de mi pareja, y nos gustó mucho”.
Afronto esta experiencia con muchísima ilusión porque soy una apasionada de la buena comida y porque se hace en Tenerife. Este año me ha tocado viajar bastante por Europa y no hay ningún sitio donde se coma como aquí y que tenga nuestra variedad. Por eso hay que aplaudir estas iniciativas que lo valoran y lo potencian. Estoy segura de que la gastronomía canaria está por descubrir. Ahora estoy preparando una película en la que todo gira en torno a la comida y estamos en contacto con chefs canarios y todos coincidimos en que es una maravilla lo que hacen.
Los guachinches, por ejemplo, que originariamente eran ventas de vino que acompañaban con una tapa, se han ido profesionalizando y ahora hay hasta apps para descubrirlos. Cocinan las personas de la casa, las que llevan toda la vida y hacen platos típicos de mucha calidad porque la materia prima es muy buena. Comer allí es muy barato. Recomiendo un guachinche en el norte, cerca del Puerto de la Cruz, que se llama 'Los Gómez'. El local está hecho a cachos porque no pueden construir, pero tiene mucha personalidad y platos como la ropa vieja son fantásticos. Hay otro que me encanta, que está en lo alto de Candelaria yendo hacia el sur, que tiene unas vistas muy bonitas y se llama 'Bodega Cha Juana', donde te atiende la señora Juana. Prepara pescado, ropa vieja, mojo con papas… y aunque no puede hacer café, a veces te lo baja de su casa con unos bombones y te invita. En el baño del local tiene la lavadora la señora.
Toni en redes presume de que “la canariedad” es su estado de ánimo favorito y por eso vuelve una y otra vez allí. Le gusta correr y caminar junto al mar en Candelaria. Se siente muy afortunada de ser de allí. Cuando coincide allí con amigos o compañeros tiene un sitio que recomienda: 'Casa Julián Balcón del mar'. “Está en el Puerto de la Cruz, frente al mar, y lo llevan las mismas personas de toda la vida, y yo soy muy de eso. Allí siempre tomo el pescado del día, el que ellos recomiendan, y soy una enamorada de las papas arrugadas y el mojo, y lo hacen muy rico. Es un restaurante con mucho encanto”.
En La Laguna han restaurado el hotel Aguere, del siglo XVIII. El edificio está declarado Patrimonio Histórico Artístico y está situado en pleno casco antiguo. El año pasado estrenamos allí la función El Sonido Oculto, y nos quedamos todo el equipo. Fue una gran experiencia, de esas que se te quedan, porque es único. Desde mi ventana veía la fachada del teatro.
En Pozuelo de Alarcón hay un restaurante mexicano que me gusta mucho, porque es muy acogedor: 'Central Mexicana' (c/ Atenas, 2). En la capital, cuando quedo con gente, me gusta mucho 'El Pimiento Verde'. Tiene platos de los de toda la vida y los productos son excelentes. Me encantan las alcachofas y allí las hacen increíbles.
Yo desconecto conectando y para eso me voy a El Médano, mi playa favorita de Tenerife. Con mi perra, descalza, pelo libre... Mi tierra tiene una energía volcánica que, mezclada con el mar, me recarga y me ayuda a descansar. En Tenerife estoy con la familia y tenemos un rincón especial en el que hacemos las celebraciones, como mi 50 cumpleaños, y que recomiendo a aquel que busque alojamiento: el hotel Botánico, en Puerto de la Cruz, tiene también una cocina impresionante. Es un cinco estrellas y tiene tres restaurantes con una gran oferta y buen producto. Es un sitio bonito y con mucha magia. Conozco a los empleados de siempre, lo llamaría mi Hotel-Casa.
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