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Año Jubilar Lebaniego 2023-2024, las novedades de Santo Toribio

Regreso al Camino Lebaniego: murales ocultos, fuentes y más vida

13/12/2024 –

Actualizado: 17/08/2023

Fotografía: José García

El regreso al Camino Lebaniego en este año jubilar 2023-2024 era inevitable. Para los reincidentes en este tramo del Camino de Santiago, el recuerdo es tan potente que hay temor a que la nueva experiencia no supere las anteriores. Pero la ruta del Lebaniego lo da todo. Aún más siendo Año Jubilar Lebaniego. Las emociones se agolpan desde el kilómetro 0, en la villa marinera de San Vicente de la Barquera. Y profundizan con el descubrimiento de los “murales ocultos” -una joya- y detalles nuevos, como fuentes y señales de apoyo al peregrino.
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“Después de la pandemia, las cosas han cambiado bastante en el Camino Lebaniego. La afluencia es mayor y cuidamos más las visitas culturales. No hay que perderse los murales ocultos, pero también otras mejoras que hemos introducido”, cuenta Manuel Bahíllo, el gerente de la Fundación del Camino Lebaniego.

Camino Lebaniego San Vicente Barquera
Muralla de San Vicente de la Barquera, origen del Camino Lebaniego.

No hay más que recorrer a primera hora de la mañana cualquiera de los tramos del camino -ya sea desde San Vicente a Cades o desde Lebeña a Allende- para observar la cantidad de peregrinos a Santiago que han decidido ver el lignum crucis de Santo Toribio, el trozo de la cruz de Cristo más grande que se conserva, según la tradición. O imaginar que eres uno de los guiris que buscaban el Arca de la Alianza. No es broma.

Camino Lebaniego San Vicente Barquera
Calle Mata Linares en San Vicente.
Camino Lebaniego San Vicente Barquera
Albergue de San Vicente, recientemente arreglado.

Estamos en la única región del mundo -Cantabria- que tiene dos caminos de peregrinación Patrimonio Mundial de la UNESCO, el Lebaniego y el Camino del Norte. En la Edad Media los peregrinos acudían para obtener milagros de los restos de Santo Toribio -presuntamente un santo que curaba y hacía milagros, por eso fueron robados- y del lignum crucis. Ahora, además, acuden también por la belleza del recorrido, los emplazamientos únicos y la naturaleza que viste estos caminos de verde, montañas y picos privilegiados de una cadena como es la de los Picos de Europa; y mucho arte, románico sobre todo.

Año Jubilar Lebaniego 2023-2024 estatua
Entrada a San Vicente sobre el Puente de la Maza.

“Hemos abierto una oficina del peregrino en el mismo Santo Toribio y fomentamos mucho las visitas culturales. También hemos mejorado los albergues, adaptándose a la nueva normativa. Para el buen peregrino, una fuente en el lugar apropiado es clave, aunque sea funcional. Como la de Camijanes, encima de la cascada. Lo mismo sucede con la señalización”, explica Bahíllo.

La explanada de Santo Toribio. Al fondo, las máquinas asfaltan para recibir a miles de peregrinos.

Santo Toribio de Liébana. Foto: Sofía Moro

Viendo peregrinos desde el medievo

Ya en la Edad Media, el monasterio de Santo Toribio, rodeado de belleza natural, leyendas y misterios, atraía a los peregrinos, hasta el punto de tomar la decisión de desviarse. Los libros y la obra del gran Beato de Liébana y otras leyendas increíbles: desde el robo de los restos del santo hasta unos señores raros que buscaban el Arca de la Alianza, sin ser Indiana Jones. De todo puede suceder en estas jornadas de peregrinación.

Camino Lebaniego Santiago
Sello de la compostelana en el albergue de San Vicente.

A primera hora de la mañana, la nueva efigie del peregrino, situada al inicio del Puente de la Maza de San Vicente de la Barquera con uno de los bancos más hermosos de la península al lado, es testigo de cómo la señalización renovada se agradece, porque también marca los lugares donde merece la pena dejar reposar la mirada y darse un respiro.

Año Jubilar Lebaniego 2023-2024 Kilómetro 0
Kilómetro 0 del camino Lebaniego sobre la ría.

A espaldas de la Iglesia de Santa María de los Ángeles está el kilómetro 0 del Lebaniego, y la afluencia es también notable. Extranjeros, muchos extranjeros. “Por eso hemos reforzado la atención tanto”, añade Bahíllo, que reside en Potes. “Trabajamos con la Cofradía de la Santisima Cruz, con voluntarios, que son también un apoyo”.

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La talla famosa que fue robada de Santa María de Lebeña. Foto: Sofía Moro

Hay 72,5 kilómetros desde San Vicente hasta Liébana, pero… ¡Son tan hermosos! La joya de la corona en este recorrido es la iglesia de Santa María de Lebeña, tan especial, tan única, donde la virgen sigue amamantando al niño con la enorme serenidad reflejada en su rostro. Sí, esa misma talla que fue robada y durante ocho años faltó en este lugar. La recuperación es una historia para la fe, la racional y la celestial.

Año Jubilar Lebaniego 2023-2024 San Jorge y el dragón
San Jorge y el dragón. Iglesia de Ledantes. Foto: muralesocultos.com
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a virgen con el niño. Ledantes. Foto: muralesocultos.com

Joyas que vuelven a ver la luz

Pero quizá, además de los arreglos funcionales de apoyo al peregrino, lo más destacable es el proyecto Murales ocultos. “Precioso. Hemos ido recuperando iglesias y ermitas que tenían tapadas sus pinturas por la cal o retablos posteriores con menos valor. Por ejemplo, el San Jorge de Ledantes es maravilloso”, cuenta orgullosamente el gerente de la Fundación Santo Toribio.

Año Jubilar Lebaniego 2023-2024 santa eugenia
Iglesia de Santa Eugenia. Cabezón de Liébana. Foto: Fundación Santa María de Toraya

No es para menos. No solo el San Jorge y el dragón de Ledantes; otras ermitas, iglesias o cementerios -el de Cabezón de Liébana o la capilla del Carmen- están siendo recuperadas, al igual que los antiguos hospitales del camino. Tomar los senderos, las rutas de cunetas bordeadas de flores silvestres, senderos de decenas de tonos de verde aún en pleno verano, levanta la moral al más derrotado.

Maravillosa talla de Santo Toribio.

La talla de Santo Toribio en el Monasterio. Foto: Sofía Moro

Adentrarse al final de la jornada en viejas capillas o albergues de más de 500 años tras una ruta que supera los 25 kilómetros, hace olvidar las ampollas de los pies. Todo lo tiene el Camino Lebaniego. Y, si bien Santo Toribio lo merece todo el año, en año jubilar la compostelana tiene aún más significado.

A espaldas del Monasterio, ermita de San Miguel, la más cercana de las que rodean a Toribio. Los chavales prefieren vistas.

A espaldas del monasterio, ermita de San Miguel. Foto: Sofía Moro

Un último consejo, si sois turisperegrinos y váis en coche, hay que tener en cuenta que el desfiladero de la Hermida sigue en obras. Los peregrinos se desvían en Lebeña hacia Allende; el turisperegrino tendrá que armarse de paciencia para recorrer el desfiladero. Pero este cuenta con rincones para el recuerdo, restaurantes y tascas que se merecen una visita

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