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Málaga ha puesto de nuevo la alfombra roja. La capital de la Costa del Sol fue una vez más el epicentro del mundo del cine al convertirse en sede, por segundo año consecutivo, de la gala de los premios Goya que entrega la Academia del Cine Español. Este año, eso sí, lo tuvo que hacer en un contexto muy diferente al del multitudinario evento de febrero de 2020. Pero la ciudad volvió a brindar lo mejor que tiene l medio centenar de artistas que entregaron los galardones desde el Teatro del Soho a los premiados, que los recibieron en sus casas.
Los momentos previos al evento se vivieron en el 'Gran Hotel Miramar' (Paseo Reding, 22-24), un cinco estrellas gran lujo que se ha convertido en la referencia hotelera de la ciudad tras su inauguración en 2016. Sus salones reales vieron desfilar los entregadores de premios y el resto de artistas participantes en la gala de los Goya, que posaron ante los fotógrafos para, después, dirigirse al escenario teatral.
Esta idea ayudó a "reforzar la imagen de los emplazamientos hoteleros como entornos seguros", explican desde el establecimiento, también ligado al Festival de Cine de Málaga desde el pasado verano –por primera vez se realizaron allí los photocall de cada película y los paseíllos por la alfombra roja de equipos e invitados–. Es solo uno de los escenarios de cine de una ciudad que mantiene una relación de amor con el séptimo arte. Restaurantes y terrazas viven también el glamour del celuloide desde el punto de vista gastronómico, a la vez que se convierten en lugares para disfrutar de la esencia local mientras te cruzas con algunas caras conocidas de la gran pantalla.
La azotea de otro hotel, el 'AC Málaga Palacio by Marriott' (Cortina del Muelle, 1), es otro de los espacios más ligados al cine en la ciudad. Este ha sido el establecimiento en el que históricamente se han alojado los invitados al Festival de Cine. En su última planta, al aire libre, es donde se realizan habitualmente numerosas entrevistas con los medios de comunicación. El lugar es perfecto para tomar un cóctel, una caña o almorzar disfrutando de una panorámica única: una vista 360 grados a vista de pájaro que permite mirar de tú a tú a la catedral y el monte de Gibralfaro y su vieja fortaleza árabe, así como disfrutar de la nueva fisonomía del puerto y su Palmeral de las Sorpresas o perder la mirada en el horizonte hacia el Mediterráneo.
A un paso del hotel se ubica uno de los establecimientos ligados históricamente al mundo de la farándula. Es 'El Pimpi' (Granada, 62) propiedad de Antonio Banderas que, de hecho, reside muy cerca de allí. Las vistas –ya sean desde la terraza del ático del actor como la del restaurante, en calle Alcazabilla– resumen buena parte de la historia de Málaga, con el teatro romano en primer término y la alcazaba árabe detrás. El interior del negocio es una sucesión de salas y patios de estilo tradicional donde llaman la atención un sinfín de barricas de vino firmadas por todo tipo de personajes famosos.
A grandes nombres de la cultura como Gloria Fuertes o Miquel Barceló se suman multitud de actores y actrices: desde Mario Casas y Dani Rovira hasta Amaia Salamanca, Clara Lago, Raúl Arévalo o Imanol Arias, entre otras muchas firmas conocidas que también aparecen en un completísimo collage fotográfico. Un refrescante salmorejo, ensaladilla rusa, flamenquín ibérico o unas alcachofas a la montillana ofrecen esa mezcla entre Málaga y Córdoba que ofrece el establecimiento, donde además se puede disfrutar del jamón ibérico de castaña del Valle del Genal en exclusiva.
Callejeando por el centro histórico se llega al restaurante 'Los Mellizos' (Sancha de Lara, 7), cita obligada para el actor malagueño Pepón Nieto, que lo considera uno de sus lugares favoritos y que suele ejercer de anfitrión cuando visita Málaga con compañeros de profesión. "Hay pescado fresco o a la sal y muy rico, aunque su especialidad es el pescaíto frito y los mariscos", contaba en 2018 a la Guía Repsol. Este grupo, que cuenta con ocho locales a lo largo de la Costa del Sol, va camino de cumplir 42 años desde que Ramón y Florencio Montes lo pusieran en marcha en junio de 1979. Rape a la marinera, langostinos al Pedro Ximénez o pez plata con huevo frito son algunas de sus especialidades, además de las frituras –boquerones, calamaritos, salmonetitos– o las clásicas berenjenas con miel de caña de Frigiliana.
En el casco histórico, muy cerca del Museo Picasso Málaga, se esconde la casa de vinos y comidas 'Araboka' –antes 'Eboka'– (Pedro de Toledo, 4) donde acude con cierta frecuencia el propio Pepón Nieto. Muy cerca, se ubica también la taberna 'Uvedoble' (Císter, 15), dirigida por Willie Orellana y otro de los rincones habituales para el mundo del cine a su paso por la Costa del Sol. Pronto se mudará unos metros hasta la calle Alcazabilla, frente a la puerta de acceso a la alcazaba y muy cerca del cine Albéniz, una de las sedes principales del festival malagueño.
A su lado se alcanza la plaza de la Merced. Su acera norte cuenta con una amplia variedad de establecimientos, entre los que sobresalen el café bar 'Calle de Bruselas' (Plaza de la Merced, 16) y el restaurante vegetariano 'Cañadú' (Plaza de la Merced, 21). A dos minutos de allí se levanta el Teatro Cervantes, con sus 150 años recién cumplidos y uno de los epicentros cinematográficos de la ciudad. Frente a él, 'La Mesonera' (Gómez Pallete, 11) es un clásico de las cervezas previas a cualquier evento que se celebre en el teatro, pero también a la posterior cuando el toque de queda era inimaginable. Por su estrecha barra y su pequeña terraza es habitual ver muchas caras conocidas no solo durante el Festival de Cine, también en cualquier momento del año gracias a los conciertos y las representaciones de las compañías teatrales. Alcachofas con jamón, pinchos de tortilla o una variada propuesta de tapeo ponen la guinda.
También frente al Teatro Cervantes se ubica la 'Taberna García’ (San Juán Letrán, 17), un establecimiento puesto en marcha por los hermanos Javier y Alejandro en 2016 y que en este lustro de vida se ha convertido en una de las referencias gastronómicas para disfrutar de buenos platos y una interesante propuesta de vinos. Cada mes publican la lista de Spotify que se escucha por su hilo musical y su carta va cambiando con cada temporada para ofrecer una cocina que va y viene entre lo malagueño y lo internacional. Entre sus mesas es habitual ver caras conocidas durante las fechas festivaleras, pero también en algunos otros momentos del año.
Igual ocurre en establecimientos ubicados por distintos rincones del centro histórico como 'La Reserva del Olivo' (Plaza del Carbón, 2), 'El Trillo' (Don Juan Díaz, 4) o el 'Mesón Mariano' (Granados, 2). En este último tienen como ingrediente fetiche la alcachofa, que preparan de multitud de maneras: a la plancha, en ensalada, fritas, confitadas, a la montillana… Camino de la Plaza de Camas, 'El Almacén del Indiano' (Cisneros, 7) ejerce de tienda de ultramarinos y espacio degustación. Es uno de los lugares preferidos del actor Salva Reina, que suele llevar hasta allí a sus colegas de profesión. Reina también suele apostar por el restaurante 'Alea' (Fajardo, 11), a pocos metros de allí.
Uno de los aspectos que el mundo del cine celebra de sus excursiones a Málaga es el sol y, por supuesto, la playa. De ahí que sean muchos quienes aprovechan su estancia para hacer una escapada hacia la zona este hacia el barrio de Pedregalejo. Eso sí, para ello deben recorrer paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso –donde se rodaron algunas escenas de Los hombres que no amaban a las mujeres– y pasar junto a los chiringuitos de la playa de la Caleta como 'El Cachalote', que posee un interesante álbum fotográfico con actores y actrices, quizá por su cercanía al hotel 'Miramar'.
La siguiente parada es otro habitual del mundo cinéfilo, el balneario de los Baños del Carmen. Es el escenario del videoclip de la canción Pasos de Cero de Pablo Alborán, y su belleza, su cercanía al mar y sus vistas sobre la bahía de Málaga cautivan a las estrellas del celuloide. El lugar es también uno de los favoritos de actores como Mario Casas, que lo descubrió en la primavera de 2015 durante el rodaje de la película Toro, junto a Luis Tosar. Sus estupendos atardeceres son un aliciente más. Y, en tiempos prepandemia, también sus noches, de ahí que los equipos de las películas que se presentan al festival hayan celebrado más de una fiesta allí.
Ya sí, en Pedregalejo, el chiringuito 'El Cabra' (Paseo Marítimo El Pedregal, 17) es otro de los habituales del famoseo que se acerca hasta Málaga durante sus vacaciones, muchas veces bajo la recomendación de Pepón Nieto. Es uno de los pocos de carácter tradicional que quedan en esta zona y ese argumento, junto al del buen pescado que ofrecen, convence. Un poco más allá, ya superando el bario de El Palo, se llega a 'El Tintero' (Salvador Allende, 340), otro de los espacios míticos de la capital malagueña y al que acude con frecuencia Pablo Carbonell.
"Ahí me pongo a hablar con el espetero y me meto un espeto o dos o tres… acompañado de vino fino mejor que de cerveza porque llena mucho, y si es en agosto mejor aún, que es cuando las sardinas y los boquerones tienen mucha grasa", explicaba Carbonell a la Guía Repsol. Aún no es verano, pero en Málaga casi que da igual gracias a su eterno buen clima. Es momento de encender los focos para disfrutar de una nueva edición de los Goya con sabor a Málaga cuya gala estará dirigida por el malagueño más conocido, Antonio Banderas, que junto a María Casado vivirán en el Teatro del Soho la gran fiesta del cine español. Y, por qué no, tomar en los bajos del edificio teatral el último bocado en su restaurante 'Tercer Acto', abierto a finales de 2019 y donde estos días exponen tres premios Goya para acercar más que nunca el cine a Málaga y su gastronomía.
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