Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
El antiguo espacio de la Nave 12 del Matadero –inspirado en los cabarés, donde prevalecían el rojo y el negro– deja paso al color y la luminosidad para abrirse a todo tipo de público, sobre todo familias y grupos grandes (dentro de lo que permita la situación). "Vivimos en casas pequeñas y por lo general parece que los restaurantes giran en torno a la pareja, nosotros queremos volver a juntar gente alrededor de una mesa, fomentar encuentros y relaciones sociales, y lo estamos consiguiendo. Tenemos reservas de 10 personas de media", precisa María Álvarez, una de las dos socias de 'La Francachela'.
No es casual que 'La Francachela' signifique "reunión de amigos para comer y divertirse" en castellano antiguo. Esta declaración de intenciones se ve reflejada tanto en la carta como en el rediseño. Con respecto a este último, Paula López Barba comenta que han optado por "crear un espacio diáfano en lugar de segmentado –como antes– para permitir la comunicación visual".
"Como es un café-teatro, hay un escenario que teníamos que mantener. Decidimos colocarlo en el centro y que, mientras no se utilice como escenario, esté lleno de grandes cojines de colores para tumbarse o jugar. Ha sido un éxito entre los niños, que han tomado ese espacio y disfrutan mucho inventando mundos y relacionándose", señala la arquitecta. Además, los paneles de absorción acústica mejoran el ambiente sonoro del lugar, optimizando el confort, y las mesas grandes compartidas ayudan a que las personas se relacionen más y mejor.
Como según el nuevo planteamiento de 'Café Naves' de Matadero Madrid, "Compartir es vivir", ofrecen combos para compartir. Su precio ronda los 50 euros y constan de un menú para 4 personas (las raciones son más que generosas), que incluye un principal a elegir entre pollo asado, costillar glaseado, lasaña caponata o boloñesa; dos acompañamientos a elegir entre ensalada de la huerta, patatas especiales, arroz clásico o pan tumaca; y una bebida para escoger entre jarra de limonada, jarra de cerveza, sangría o botella de vino.
Otra novedad es su menú del día con fórmula bento (la ración de comida preparada para llevar, bastante común en la gastronomía japonesa) en versión castiza, que contempla dos platos del día. Estos platos suelen ser una crema o un potaje y un plato principal de carne o pescado con guarnición, un postre, pan y paté.
"Muy pronto también contaremos con la fórmula de desayuno compartido: un bizcocho en formato familiar, cafeteras y teteras para las bebidas calientes y pan con tomate, ideal tanto para familias como para amigos o compañeros de trabajo", añade Elena García, la otra socia de 'La Francachela'. A la abuela de Elena le debemos una de las grandes aportaciones a la carta: la ensaladilla con jamón, "mi abuela era cordobesa y a todo le echaba jamón", explica entre risas.
Los orígenes de 'La Franchela' se remontan al mercado de productores. A la buena vida y, si bien este mercado ya no se celebra, Elena y María han mantenido el espíritu de este proyecto tanto en 'Café Naves' como en 'Medialab-Prado', el otro espacio donde también gestionan la oferta gastronómica. "Compramos nuestros productos a la gente de aquí, el pan es de 'La Hornera', una empresa de Batán; la leche de 'Los Combos', que tienen su sede en Móstoles, los embutidos –ecológicos, de cerdo blanco– son de Biobardales. Solo servimos alimentos locales, no ponemos mangos, por ejemplo; el aguacate es de un productor granadino y los vinos de la D.O. de Madrid", explican las dos socias.
Con respecto a la carta de vinos, Raquel Moreno, directora del grupo, comenta que cuentan con referencias como Chotis o Monroy y que irán incorporando "otras, procedentes de empresas de nicho poco conocidas, que cuenten con una historia bonita". Además, les gustaría tener "un barril de vino de la casa, para reducir las botellas".
La sostenibilidad es otra seña de identidad del nuevo planteamiento de este espacio. "Reducimos al máximo las mermas de productos, así como todos los envasados. Nuestra agua es la del grifo de Madrid, no servimos agua embotellada y a nuestros proveedores les exigimos responsabilidad en este sentido. Nuestras lechugas baby venían envueltas en una caja enorme de poliespan, pedimos si era posible evitar semejante embalaje y al decirnos que no, hemos eliminado este ingrediente de nuestra carta", precisa Elena.
Toda su mensajería la gestiona Mensos, una empresa que se mueve en bici, y todos sus envases de comida para llevar son de fibra de maíz. "Somos sostenibles también en lo que respecta la conciliación laboral. Evitamos los turnos partidos de los y colaboramos asiduamente con CEAR, que nos proporciona empleados con situaciones complicadas, refugiados por razones políticas o debidas a discriminación LGTBIQ+. Además, apostamos por las mánagers mujeres", concluye María.
En un mes y medio se va a inaugurar la nueva terraza y la sostenibilidad también será el hilo conductor del proyecto. "Habrá unas velas que absorben CO2 y está previsto que el espacio sea poco a poco colonizado por plantas; en los arcos que conectan la nave 12 con la 11 se instalará un sistema de riego e hidrojardineras para plantar especies escogidas para las condiciones del lugar. Los elementos separadores para crear pequeñas zonas independientes en la cafetería también serán plantas, colocadas en grandes jardineras móviles", adelanta Elena.
La madera del quiosco exterior, recuperado e intervenido con diseños de Morag, no proviene de tala, sino de una empresa de Segovia –Sintala–, que recupera madera de árboles caídos, enfermos. "Es madera de cedros caídos en 2018 por el viento en la Casa de Campo. Me pareció muy interesante utilizar ese tipo de materiales de economía circular en un espacio como Matadero, por el que pasa tanta gente y contarlo, por eso pondremos un cartel que lo explique. Para las 8 mesas de 4 metros que se encuentran en el interior, las maderas son de la misma empresa y son de pinos de Soria, caídos por una tempestad en 2016, hay unos cartelitos en las mesas que lo cuentan", aclara la arquitecta Paula López Barba.
El lema de 'La Francachela' es la expresión tan española "hay que verse más", así que, ¡habrá que verse más alrededor de una de las mesas de 'Café Naves'!
En general... ¿cómo valorarías la web de Guía Repsol?
Dinos qué opinas para poder mejorar tu experiencia
¡Gracias por tu ayuda!
La tendremos en cuenta para hacer de Guía Repsol un lugar por el que querrás brindar. ¡Chin, chin!