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El germen de la fabada, receta que no escatima en contundencia, son las fabes (judías grandes) acompañadas de jamón, lacón, tocino, chorizo y morcilla; todos ingredientes asturianos. También hay otros platos que derivan del mismo origen: las fabes con almejas, con rabo de toro o con tropiezos de marisco, todos ellos de intenso sabor.
Precisamente los mariscos son otro de los grandes aciertos en Asturias, una comunidad que cuenta con más de 300 kilómetros de costa bañados bravamente por el mar Cantábrico, y que hacen de la región un espacio donde encontramos abundantes pescados. Con patatas, cabracho y bejel se prepara el popular pote marinero, que también puede ir acompañado de merluza, por ejemplo. Además de los muchos guisos que se preparan, en tierras asturianas el marisco también se come al natural. Es muy común comer ostras, por ejemplo, ya sea solas o con un chorro de zumo de limón.
La cría de vacas, cabras y ovejas ha hecho que ésta sea una de las zonas de mayor producción quesera en España. El más conocido de todos los quesos es el Cabrales, con Denominación de Origen, de pasta azul, graso y semiduro. Se elabora con leche de vaca y, en ocasiones, también de oveja y cabra. Si contiene éstas últimas, entonces su olor será más fuerte y su sabor ligeramente más picante.
Otro de los tradicionales que no podemos perdernos es el afuega'l pitu , también con Denominación de Origen. Se trata de un queso fresco, de color blancuzco o naranja (si se le ha añadido pimentón), con forma de cono truncado o de calabaza (si se ha empleado una gasa cuyos pliegues quedan impresos en la pasta del queso). Su sabor es ligeramente ácido y muy poco salado, aunque los más rojos suelen ser más picantes y fuertes.
Desde 2002, el Consejo Regulador trabaja en las labores de control de la D.O. Sidra de Asturias. En 587 hectáreas se plantan las 22 variedades de manzanas autorizadas para producirla. Después del proceso de fermentación del mosto, en barricas de acero inoxidable, se obtiene una bebida de manzana de baja graduación alcohólica (entre 4 y 6 grados), con un color amarillo claro y un carácter refrescante. Entre los asturianos siempre ha sido considerada como una bebida natural y sana. Incluso, se dice que si se toma con moderación protege contra la arteriosclerosis y los cálculos renales.
Después de unas comidas tan abundantes y sabrosas, los postres no podían ser menos. Lo más tradicional que podemos pedir en Asturias son los carbayones, unos pasteles de hojaldre rellenos con crema de almendra, o los frixuelos, una especie de crepe que se puede comer de uno en uno, enrollado, o como pastel formado a partir de amontonar un frixuelo sobre otro. También es muy tradicional en la tierra el arroz con leche que, aunque se tome en toda España, aquí tiene un sabor especial y único.