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Los hoteles están empezando a complementar el bufé (a veces incluso a suprimirlo) con una surtida oferta de dulces y salados. Estos son algunos que no hay que perderse:
En pleno bullicio madrileño se ubica este pequeño hotel con spa y beauty bar en donde, además del desayuno continental –con café, zumo y tostadas– se puede disfrutar de dos tipos de paquetes: El caprichoso, con dulces, batidos de vainilla, chocolate y fresa, zumo natural y cestita de dulces; y el apasionado, donde los frutos rojos son el ingrediente principal de los zumos, los tés y las mermeladas. Solo apto para golosos.
Como desayunando en alta mar se sienten quienes se hospedan en este hotel de la isla balear. Además, les espera unas tres horas de menú degustación con zumos, sándwiches –de queso brie y trufa, entre otros–, huevos fritos, fruta y mucha oferta dulce. Todo con unas impresionantes vistas al Mediterráneo.
Desde la azotea de este hotel se disfrutan de unas vistas privilegiadas al Museo Guggenheim y a la ría de la ciudad. Frutas, zumos naturales, embutidos de la zona y platos calientes elaborados al momento por Gartzen Sainz hacen inolvidable esta experiencia matutina.
El producto local y la elaboración artesanal son los ingredientes más importantes para Blanca, la dueña de este pequeño hotelito con 17 habitaciones. Al despertarnos, nos espera un café expreso, bollería casera (croissant, bizcocho, hojaldres, financier de arándano…). También yogur hecho en el día con leche fresca de vaca y oveja, zumo de naranja natural, chupito de fruta de temporada, huevos de sus gallinas y embutidos como el chorizo de Atienza o el salchichón de Sigüenza.
En la ciudad condal este desayuno destaca por tener ofertas para cada gusto. La Isabela, con huevos (rotos, revueltos, fritos, benedictine…) patatas y bacon; el H1898, con jamón ibérico y salmón; el Gourmet, con una degustación de quesos y mermelada de tomate con frutos rojos y frutos secos; y el Express, con café, zumo y pequeños bocaditos. Además, existe el clásico bufé y el Tardío, más pequeño, que se puede disfrutar de 11:00 a 13:00. Todos ellos se toman en la terraza.
Cualquier hora del día es buena para degustar un buen desayuno a la carta en este hotel de la calle Barquillo de Madrid. Además de la bollería (casera) también hay fruta, huevos, lácteos, ibéricos, crêpes, quiches y una amplia selección de cafés, tés y zumos. Los celíacos e intolerantes a la lactosa no tendrán ningún problema, pues para ellos son las tortitas de arroz y quinua o el plum cake con pepitas de chocolate.
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