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Arrancamos esta ruta de chiringuitos en Getxo, donde se encuentra La Ola, que es la recomendación personal de María del Mar Churruca, presidenta de la Academia Vasca de Gastronomía. Tiene unas vistas privilegiadas a la playa de Ereaga y si uno se sienta en su terraza no puede dejar de pedir las croquetas y las rabas, cuya fama está más que merecida.
También en Getxo, hacemos segunda para en El txiringuito de la Playa de Arrigunaga, perfecto para tomar un café, una hamburguesa o una copa de vino sobre la arena, mientras se disfruta de unas increíbles puestas de sol y de música en directo.
En San Sebastián, en la playa de Ondarreta, es recomendable La Carpa, con suelos de madera y rodeado de arena. Pinchos, bocatas, raciones, cocina de la zona y buen ambiente. También de noche, con un horario veraniego que se alarga hasta la copa.
A unos 20 kilómetros de San Sebastián paramos en Orio, un pueblo de tradición pesquera asentado en torno a la desembocadura del Oria, con un bonito entramado de calles empinadas como casco antiguo. El curso de su ría lleva al mar, donde nos toparnos con el restaurante Galerna, un espacio de toque creativo al pie de la montaña y con vistas al mar.
Y ponemos fin a nuestra ruta por País Vasco en Getaria, junto al puerto deportivo. Allí se eleva sobre la arena el restaurante Balearri Jatetxea, donde es de recibo llenar la mesa de productos de mar y excelentes pescados a la parrilla.
"No vamos a hablar de arroces, porque eso lo doy por hecho", advierte Sergio Adelantado, presidente de la Academia Valenciana de Gastronomía, pero "sí de sitios en los que hacen muy buen pescado y marisco".
El que "tiene que estar sí o sí" (dicho con determinación y en el tono siempre afable que le caracteriza), es Casa Manolo, de alma humilde, buena materia prima y espíritu de chiringuito desde 1985, cuando los Alonso Fominaya se asomaron a la playa de Daimús y nunca más se fueron. "Por cierto –prosigue Adelantado– curiosamente ahí se come uno de los mejores platos de callos a la madrileña de España". ¡Caramba, tan cerca y tan lejos de la capital!
Otra recomendación ché es La Perla de Jávea, en la bahía de esta localidad alicantina, donde, aunque no se nos mojen los pies con el vaivén de las olas, también merece estar en esta recopilación por sus 32 años de trabajo sostenido y su cocina sencilla.
"Estamos en un sitio tan pequeño que no llega ni a 40 habitantes", nos cuenta Isabel Campos desde el Bar Mercedes, en la playa de Puntas de Calnegre, en Lorca. No se queja, asegura, porque es un espacio privilegiado para trabajar –ya lo intuía la primera generación de su familia, cuando montó este chiringuito en 1933– y para probar el pulpo, bien en paella, asado o en su propio jugo.
A la playa de Mar de Cristal llegan, sobre todo, ingleses, alemanes, madrileños y murcianos buscando tranquilidad y el Chiringuito Punta de Lomas, con sus pescados a la parrilla, arroces y calderos, en especial, nos cuenta María López.
En La Manga, la Academia de Gastronomía de la Región de Murcia nos propone dos locales: Collados Beach, blanco, blanquísimo, de techos redondeados y cocina mediterránea; y La Cangreja, de espíritu joven y fresco, con una modesta carta de tapas y conservas.
Empezamos con La Sal, en Zahara de los Atunes, ganador de la Ruta del Atún 2016(ya os imaginaréis porqué), en la playa de Atlanterra, de arena fina y límpidas aguas, con su carta predominantemente marinera.
También con este pescado como bandera, bien a la plancha o al natural, Casa Mané, y sus "moluscos excepcionales", destacan algunos académicos de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo.
Julio Valles, presidente de la Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía, nos recomienda El Huerto, en Conil, del que es asiduo porque "sus pescados no son los habituales sino los locales, que ponen frescos en un mostrador para que uno mismo escoja cuáles quiere comer".
En Málaga, un espacio tiene la inmensa suerte de sumar 39 años frente a las idílicas aguas de Marbella. Aquí te quiero ver empezó en 1977 y hoy es punto de encuentro de españoles y extranjeros.
Fritura malagueña, pescados y mariscos desde una terraza con vista al mar es lo que encontraremos en el Merendero de Antonio Martín, con más de 100 años de historia. Y para los amantes de los mariscos, Los Marinos José, donde hay desde gambitas y chopitos a la plancha, hasta ostras, coquinas o boquerones.
Cerramos en la playa del Alquián, en Almería, con La Barraquilla y sus excepcionales mariscos y pescados que varían según los designios del único comandante que realmente manda allí: el mar.
*Reportaje elaborado con las aportaciones de la Academia Vasca de Gastronomía (@Gastrovasca), Academia Valenciana de Gastronomía (@AcadGastroCVal), Academia de Gastromía de la Región de Murcia (@AcGastroRMurcia) y la Academia Andaluza de Gastromía y Turismo (@andgastrotur), coordinado por Antonella Rugiero.