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Chifle relleno de txangurro al estilo Guayaquil; costilla de Angus a baja temperatura, plátano maduro caramelizado y bimis con kimchi; salmonete asado con sancocho de yuca, puré de hinojo y migas crujientes; bonito en ceviche vs escabeche (ceviche de aguacate y chulpi mollete de bonito escabechado y su emulsión)… La simple lectura de los platos del restaurante 'Ikaro' (Recomendado por Guía Repsol) provoca un estímulo inmediato y suponen un viaje culinario de ida y vuelta, sin moverse del asiento, con escalas en La Rioja, País Vasco y Ecuador.
La cocinera ecuatoriana Carolina Sánchez, junto a su pareja, el también chef Iñaki Murua, comanda 'Íkaro' y recoge hoy los frutos de su intenso trabajo con una visión de cocina que conjuga escuelas y productos vascos y riojanos con la riqueza y el recetario de Ecuador. "Hacemos una cocina donde intentamos transmitir nuestros orígenes, experiencias y vivencias", cuenta Carolina. "Es una cocina personal, basada en sabores de la cocina ecuatoriana, vasca y riojana, que son nuestras raíces, y donde se ubica ‘Íkaro’".
Esa ubicación es la ciudad de Logroño, donde dirigen un espacio moderno en el que trabajan el producto de temporada como esencia para elaborar menús que cambian cuatro veces al año. La chef, que atesora un amplio bagaje en la primera división del gremio e hizo un máster en el Basque Culinary Center (donde conoció precisamente a Iñaki), trata de que la experiencia sea siempre amable para el cliente. Por precios, el menú más caro sale a 66 euros (IVA incluido). "Nuestro servicio es muy cuidado e intentamos que el cliente se sienta como en casa".
Ahora, entre premios, reconocimientos de público y crítica especializada, le queda poco tiempo para disfrutar como comensal y las oportunidades de salir a conocer otras cocinas se reducen. Aun así, saca huecos a su agenda para que sean otros los que le maravillen con alguna elaboración. "Cuando voy a comer en un restaurante busco un buen servicio y una buena cocina, la suma de las dos es imprescindible para mí, ya que la una sin la otra no significan nada", comenta la cocinera.
Y continúa. "Me fijo mucho en los detalles, desde cómo te reciben hasta cómo te despiden. Me gusta vivir una experiencia cuando salgo a comer, que me sorprendan", detalla Carolina. Además, el servicio es fundamental. "Para mí es imprescindible que los camareros sean cordiales y que no solo se dediquen a transportar platos sino que interactúen con los clientes sin ser invasivos". Pues aquí van algunas pistas de su parte.
"Conocí el restaurante 'Alameda' (2 Soles Guía Repsol) los primeros meses que me mudé a Logroño, hace ya seis años. Es el sitio donde celebramos cualquier ocasión especial con Iñaki y su familia. Lo regentan Tomás y Ester, una pareja muy maja y que cocina de maravilla. Su especialidad es la brasa y Tomás la maneja con todo el mimo del mundo. Mi recomendación aquí son sus croquetas, un carpaccio de gamba roja sublime y después su rodaballo a la brasa y su chuleta, ambos de calidad extraordinaria".
"Su especialidad es el pintxo de champiñones, que es el pintxo mítico de la Calle Laurel. Cada vez que podemos nos escapamos allí para comerlo y cuando alguien de fuera me visita es el primer lugar adonde los llevo. Es un bar que lleva abierto 50 años y se ha mantenido tal cual con el paso del tiempo. Nos gusta tanto que incluso en 'Íkaro' hicimos un snack para homenajearlo".
"En este caso abarco el 'Echaurren Tradición' (1 Sol Guía Repsol) y 'El Portal del Echaurren' (3 Soles Guía Repsol). Los conocí nada más mudarme a La Rioja. Lo regentan Francis y Chefe Paniego, hijos de Marisa Sánchez, quien fue la mejor cocinera riojana de todos los tiempos. ¡El 'Echaurren Tradición' tiene las mejores croquetas que he comido en mi vida! Simplemente no las hay mejores, además tiene una cocina tradicional magnífica. 'El Portal del Echaurren' es su restaurante gastronómico y me gusta muchísimo, sobre todo porque te encuentras con un menú degustación de casquería que convierte en fanático a cualquier escéptico de estos productos. El trato es maravilloso en ambos lugares".
"Lo conocí hace unos cinco años. En este pequeño restaurante se sirve uno de los mayores manjares riojanos: las chuletillas de cordero al sarmiento. Aunque este es uno de los platos emblemáticos de la región, no hay muchos restaurantes que las hagan al sarmiento, para mí el 'Crixto' es el mejor lugar para comerlas. Siempre nos pasa que pedimos una cantidad y terminamos pidiendo unas cuantas raciones más de lo buenas que están".
"Hace unos cuatro años fuimos de vacaciones a Peñíscola y descubrimos 'Casa Jaime' (1 Sol Guía Repsol), ese templo del arroz. Se especializan en arroces distintos a lo habitual y cada uno está mejor que el otro. Sus arroces más famosos son el Arroz Calabuch (espardeñas y ortigas de mar) y el Arroz Columbretes (yemas de erizo, gamba roja y ajos tiernos). Además, en temporada hacen un menú de La Galera que está espectacular".
"Lo conocí hace tres años porque una amiga de Francia me lo recomendó. Fuimos con Iñaki la primera vez y desde entonces hemos regresado cada año. Es un restaurante situado en el pintoresco pueblo de Guéthary, tienen un jardín muy bonito donde sirven comidas y cenas en verano. Su plato estrella es la Pâté en Crôute, un plato tradicional francés exquisito con el cual su cocinero Claude ha ganado varias competiciones. Además, siempre nos sorprende con entrantes, pescados y postres maravillosos, siempre respetando mucho el producto. A nosotros nos gusta mucho veranear en el País Vasco francés y una visita a este restaurante es imprescindible".