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Rakel Cernicharo viaja desde su restaurante 'Karak' a países tan éxoticos como Japón, Egipto o Perú. Lo hace fusionando los productos valencianos que tanto admira con curris, fermentados y especias que cruzan fronteras. Por su cocina desfilan clóchinas con sriracha y agua de shiso, raviolis de cordero con apionabo y especias indias, vieiras con curri rojo, kétchup picante y leche evaporada de papalo, e incluso flores de queso servilleta con mandarina verde japonesa, pasta de habanero y pistacho iraní.
Un viaje multicultural que continúa cuando la chef cuelga su chaquetilla y sale de los fogones. Eso sí, con platos de menos complejidad. En su tiempo libre, Rakel pierde la cabeza por el pato laqueado a la pekinesa que preparan en 'Zen', la pizza de trufa blanca de 'Da Carlo' o el bocadillo de cochinillo con ají amarillo que prepara 'El Pastoret de Náquera', su pueblo. Y la lista no para... Estos son sus restaurantes favoritos:
"La tasca la llevan dos hermanos supercuriosos, de la vieja escuela valenciana. Preparan buenos pescaditos y sus anchoas son super famosas en Valencia. Tienen mucho producto de mercado y sirven las raciones en bandejas de cocina que nosotros llamamos tiburones. Los champiñones también están muy ricos".
"Este japonés me flipa. Lleva muchos años en la ciudad y su carta es muy normalita. Eso sí, prepara el mejor pato laqueado a la pekinesa de la ciudad. Te hacen todo el show frente a ti, como si estuvieras en Japón. Su salsa hoisin y sus tortas son todas caseras".
"Al menos una vez al mes voy a comer uno de los superbocadillos de 'El Pastoret'. Es un bar de toda la vida de mi pueblo, donde hace bocatas de medio metro a la brasa rellenos de ingredientes de todo tipo. El último que probé llevaba cochinillo a la brasa con mostaza, ensalada de col estilo americana y ají amarillo. Me pringué entera pero estaba de muerte. Juanjo Pastoret es el dueño y es un grandísimo anfitrión. Siempre hay cola para pedir uno de sus bocadillos".
En mi pueblo también me gusta mucho 'La Bicicleta'. Siempre que puedo voy los domingos a comer unas croquetas caseras de pollo al curri que están riquísimas". Es un restaurante rodeado de la sierra Calderona con gran oferta de quesos y embutidos artesanos, además de buena carne y grandes arroces.
"Todos los veranos, desde hace cuatro años, reservo un día para ir a comer a este pequeño restaurante con terraza de la playa de Puzol. Lo lleva una familia rumana y aunque a primera vista es muy normalito, la cocinera prepara unos arroces que ya quisieran muchos valencianos. Hay de muchos tipos, aunque mi preferido es el de rochos (carabineros) y "gambitos". Mmmm, queda tan fino y crujiente. Se encuentra junto a la Marjal dels Moros, en primera línea de playa y recomiendo no perderse el atardecer desde su terraza".
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