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"No sé qué tiene esta tierra, que salen unos aguacates exquisitos". Quizá sea el aire del mar, las suaves temperaturas de Nerja o el cariño y profundo conocimiento con el que Antonio Cereto cuida sus más de 30 hectáreas de terreno dedicadas a aguacates, mangos, limoneros y naranjos. "Según cómo se dé el año llegamos a producir entre 10.000 y 30.000 kilos de aguacates", cuenta Antonio, que empezó a dedicarse a este fruto en el año 86 por afición, mientras llevaba las riendas de un supermercado familiar en el centro del pueblo.
Hoy, Cereto sirve aguacates a restaurantes como 'LaKasa' (1 Sol Repsol) o 'Chifa' en Madrid. También lo hizo durante más de año y medio a 'Punto MX' (2 Soles Repsol). "César Martín nos pide unos 100 kilos de aguacate al año, mientras que a Roberto Ruiz les servíamos 40 kilos semanales para hacer su guacamole", cuenta Saúl Cereto, uno de los hijos de Antonio que colabora en el negocio familiar.
Saúl se dedica al mundo de las telecomunicaciones y desde hace varios años vende los aguacates de su padre vía Twitter y por el boca a boca. Enseguida, esos grupos de gastróenterados que rápidamente detectan los productos de primera, se los empezaron a quitar de las manos. Ha sido tal su éxito que el año pasado decidió poner en marcha la tienda virtual. "No daba abasto con tanto email. Y con esta iniciativa, la venta online se ha duplicado de 2.000 a 4.000 kilos. Cualquiera puede comprar en nuestra web con un pedido mínimo de tres kilos y a un precio medio de 4 euros el kilo", explica.
No todos los aguacates son iguales, Antonio sostiene entre sus manos los cuatro tipos de aguacates que cultiva: Bacon, Fuerte, Hass y Lamb. "El Bacon tiene una piel verde muy fina. Es un aguacate muy delicado y se rompe fácilmente, por eso no hay que dejarlo mucho en el árbol", asegura Antonio, que recuerda que los aguacates no maduran en el árbol, sino tras su recogida. "Tardan una semana más o menos en madurar, aunque hay trucos para acelerar su punto óptimo: cortarles el rabito o envolverlos en papel de periódico", desvela.
"El Bacon es el primer aguacate que se recoge, a primeros de octubre, su sabor apiñonado es delicioso, es manteca pura", cuenta mientras pela la piel de uno de ellos con el cuchillo, como si fuera una manzana. "Son los más baratos y se suelen utilizar para hacer guacamole. El Fuerte tiene una piel similar al Bacon, pero es un poco más resistente", puntualiza.
Después están el Lamb y el Hass. El primero tarda en madurar 20 días; el segundo, una semana. A simple vista son casi idénticos, ambos tienen la piel oscura y rugosa. "El truco para diferenciarlos está en el nacimiento del rabo: el Lamb lo tiene más centrado y el Hass más ladeado". Es precisamente esta última modalidad la que mayor demanda tiene y a la que Antonio dedica el 90 % de su producción. "Su temporada es de noviembre a junio. Es un aguacate más resistente que el resto y a la gente le gusta mucho". Antonio se agacha junto a uno de sus árboles para recoger una pequeña pieza a la que denominan "aborto". "Son unos aguacates más pequeños y no tienen hueso. Aunque se consideran una malformación, en el mercado son muy atractivos y se venden a buen precio".
El buen clima de Nerja influye en la calidad. "Este fruto no crece con el frío y aquí no bajamos de los 10 grados", asegura, "aunque hay que tener cuidadado con el sol, es importante que las ramas protejan el aguacate para que no se ponga negro". Los árboles son enormes y necesitan su espacio: "Entre uno y otro dejamos nueve metros de distancia y cada uno puede echar entre 100 y 200 kilos", añade el nerjeño. El agua también es fundamental: "cada árbol necesita 150 litros mensuales".
Para Antonio no hay mejor manjar que un aguacate, se come dos al día: uno para el almuerzo y otro en la cena. "Me gusta tomarlo con un yogur natural, solo o en una ensalada con tomate, aliñado con limón, aceite, sal y un ajo picado", explica. "Son muy saludables y tienen más potasio que el plátano". Mientras aliña una ensalada, Antonio cuenta la anécdota de que fue un inglés, allá por los años 70, el que comenzó el cultivo de los aguacates en Nerja. "Fue el primero que se trajo las plantas de Gran Bretaña. Después fue Leopoldo, el administrador de Correos, el que siguió sus pasos. Y en 1986 comencé yo", concluye.