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Al universo del bocadillo se le podría dedicar una enciclopedia entera. Se podrían clasificar por países, por regiones, casi por ciudades y pueblos. Te contamos algunos de los más cosmopolitas que están triunfando por las calles de Madrid y dónde encontrarlos
En términos de bocatas, lo que se lleva en Grecia es el suvlakis, que consiste en un pan de pita dentro del cual va una brocheta de carne o verduras hecha a la parrilla. "En mi país, hay un montón de suvlakerías, porque es algo muy típico, pero aquí no había ninguna como tal, y por eso surgió la idea de crear Egeo", nos dice su propietario.
Efectivamente, hace unos meses, abrió en Lavapiés un local especializado en estos bocadillos griegos donde los despachan para llevar o para tomar en su pequeño local, sencillo y con cierto aire mediterráneo.
En su carta existen cuatro tipos de suvlakis de carne (de cerdo, pollo, chorizo criollo o bien de ternera y cordero) y uno vegetal (de albóndigas de calabaza). Todos ellos llevan también tomate, lechuga, cebolla o perejil, así como alguna que otra salsa casera (tzatziki, mayonesa…), para que el resultado quede bien jugoso.
El verdadero bocata de México es la torta, que se elabora a la plancha con un tipo de pan llamado telera, al que ponen queso, tomate, cebolla, aguacate, frijoles y mayonesa junto a otros ingredientes diversos (carne de cerdo, ternera, plátano macho, nopal...). Esta propuesta callejera es la especialidad de este bar, que, además de su restaurante en el barrio de Huertas, acaba de estrenar otro en la zona de Bilbao.
Sirven algunas de las clásicas recetas (como la milanesa o la de cochinita pibil) e, incluso, alguna opción vegetariana. Riquísima la de lacón con plátano macho, por cierto.
Vamos ahora con el exótico bánh mì. Este bocata de fusión vietnamita consiste en un pan de baguette que se llena de una mezcla de ingredientes, como carne, hierbas aromáticas y encurtidos. "Admite muchas variedades. En nuestro caso, le ponemos mayonesa japonesa, pepino y un poquito de cilantro para darle un toque fresco. Además, lleva encurtidos y algo de carne, que puede ser de pollo, cerdo o ternera, o bien de albóndigas de arroz y edamame, en la versión vegana", nos cuenta una de sus socias.
En su 'take away' malasañero hacen todas las carnes en un horno de carbón y, en una segunda fase, las cocinan a baja temperatura. Por ahora, tienen solo cuatro tipos de bánh mì, "resultado de un montón de pruebas y combinaciones de producto", nos dicen, "pero la idea es ir ampliando repertorio".
Aunque, a priori, el nombre pudiera echarte un pelín para atrás (no suena muy auténtico, no), en realidad sí que estamos ante un comercio venezolano, país del que es oriundo este bocadillo. Más allá del nombre o hasta de lo minúsculo que es su local de Chueca -los espacios de la plaza Mayor y Las Tablas son mayores-, las arepas que preparan están sabrosas y bien buenas.
Ellos mismos elaboran la arepa, un pan circular de harina de maíz, que se cocina a la plancha y va rellena de carne mechada, pollo guisado, plátano frito, aguacate, quesos frescos venezolanos…
Puedes hacer la combinación que más te guste o elegir una de las de la carta. Hay casi 30 variedades, entre las que no faltan hits de su país de origen, como la reina pepiada, la pelúa o la de pabellón. Siempre tienen a mano también varias salsas caseras, para que les pongas un poquito más de alegría si te apetece.
Uno de los bocadillos más populares around the world es el perrito caliente. Si te apetece uno con mayor enjundia que la clásica salchicha con pan, ven aquí, donde los preparan a lo grande. Tiene un montón de tipos, cada uno bautizado con el nombre de un famoso periódico del mundo. En función del lugar de origen del diario en cuestión, hacen un guiño a dicho país con los acompañamientos que lleva el hot dog. Por ejemplo, el perrito The New York Times tiene bacon y salsa BBQ; La Repubblica, mozzarella, tomate seco y pesto; El País, jamón ibérico; El Caribe, carne mechada, chutney de mango y plátano macho frito. Y así con todos.
Además, te dan la opción de elegir la clase de salchicha (Frankfurt, bratwurst, de pollo, de ternera, de cerdo y ternera juntos o de tofu). Puedes tomarlo allí o pedirlo para llevar. Sea como sea, remángate y prepárate para rechupetearte los dedos.
Como todo el mundo dice, los baos chinos están de moda, así que, hoy por hoy, podemos comerlos en infinidad de lugares. En este modernete restaurante de estética industrial, recién inaugurado (y que se une al que ya tenía en el exterior del mercado de Antón Martín) los hacen súper ricos y originales. El famoso bao bun es un bollito de trigo hecho al vapor en cuyo interior se ponen carnes, verduras o pescados.
"Nos gusta tunearlos a nuestra manera, o sea, con combinaciones de producto y salsas propias", nos indica su chef ejecutivo. Además del clásico de pork belly(panceta de cerdo), tienen muchas otras opciones, a cual más apetecible. Junto a los fijos (pollo frito estilo César, cangrejo con padrones y romescu, pato Pekín…), cada semana, hay algunos fuera de carta, que van rotando para sorprender al personal. ¡Pregunta por ellos! Por cierto, el de gambón en tempura al ajillo japonés está impresionante.
En este recorrido 'bocatil' por el mundo no podía faltar una mención al más... nuestro. Perdón, a uno de los nuestros: el bocata de jamón. Y lo hacemos a través de esta bocadillería que lo propone en su versión más fina: de jamón ibérico de bellota (en pan de cristal o mollete) y maridado con espumosos franceses.
Esta inusual combinación, campechana y chic al mismo tiempo, no es la única de la casa que sugiere también el de lomo o el de queso manchego, a los que "muy pronto vamos a añadir otras novedades, como el de chorizo o el de salchichón", nos comenta uno de sus dueños. Si aún no conoces este lugar, que sepas que tiene un establecimiento en el barrio de las Salesas, otro frente al Retiro y uno más, el más grande de los tres y recientemente abierto, en Malasaña.