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Has oído hablar de Fisterra (Finisterre), quizás has estado allí, disfrutando de sus inolvidables puestas de sol o caminando hasta el pueblo desde Compostela para prolongar por unos días el Camino de Santiago. El pueblo es el extremo oeste, el confín de una Costa da Morte, que es aún una gran desconocida; un lugar que no llega a los 5.000 habitantes y que desde tiempos remotos cautivó a quienes llegaron hasta él.
En este rincón asomado al Atlántico pasan muchas más cosas de las que uno se imagina cuando llega, para el coche al borde de la carretera y se asoma a la ensenada desde el mirador. Esa imagen de postal encierra toda una serie de sorpresas gastronómicas: panaderías centenarias, restaurantes, locales con encanto y casas de comida que vale la pena descubrir en una escapada de un par de días para sumergirse a fondo en propuestas que combinan tradición y actualidad y no dejan de sorprender. Eso es lo que hicimos nosotros y esta fue nuestra ruta.
Cee es la puerta del cabo, la mayor localidad de la comarca y el lugar en el que todas las carreteras se juntan para adentrarse hacia Fisterra. Y es aquí, en el centro del pueblo, donde Diego Trillo abrió hace dos años un obrador de repostería.
‘Pandejuevo’, que toma su nombre del pan de huevo, un dulce tradicional, no es cualquier obrador. En 2022 fue finalista en el concurso del Mejor Repostero de España que organiza Madrid Fusión. Y lo fue, desde este pequeño despacho en Cee, con elaboraciones como ese dulce tradicional cuya receta se transmite de generación en generación.
Así que pasamos a recoger el que habíamos encargado -no te olvides de reservarlo, porque vuelan- y nos tomamos un café con Diego, aprovechando un momento tranquilo, que nos cuenta lo bonitos que han sido estos dos años desde la apertura del local, ver cómo el boca a boca iba funcionando y traía hasta Cee a gente de toda España y su último proyecto: la apertura de un nuevo local en el centro de A Coruña el próximo otoño.
‘PANDEJUEVO’ - Rua A Coruña, 8. Cee, A Coruña. Tel. 617 05 80 13.
Continuamos. El pueblo de Fisterra está a menos de 15 minutos en coche, mar adentro por la carretera que recorre el cabo. Lo mejor es aparcar en la zona habilitada del puerto y callejear sin rumbo. Acercarse hasta la lonja y subir por las escaleras empinadísimas hasta la Praza da Constitución. Aquí, en el corazón del pueblo, está ‘Etel&Pan’ (Solete Guía Repsol), en el edificio más estrecho de la plaza.
‘Etel&Pan’ es el proyecto de Etelvino (Etel) Bande y Palmira Castro, una pareja que decidió hace siete años apostar por el producto local y por una escala que pudieran conciliar con la vida familiar. Abajo, asomado a la plaza, hay un mostrador diminuto, apenas un metro, y detrás de él una cocina de la misma escala. Las paredes están cuajadas de conservas artesanas, de mermeladas de pequeños productores… productos que Palmira y Etel seleccionan por toda Galicia.
Arriba, en el comedor, solamente dos mesas y una barra con tres plazas asomada a la ventana. No hace falta más para dar forma a uno de los proyectos con más alma de Galicia. Revisamos la carta. Todo es sencillo y tentador. Pedimos una conserva de mejillones para ir picando. Los elaboran artesanalmente en O Freixo, en la Ría de Noia, nos cuenta Palmira.
En unos minutos llegan las hamburguesas, las reinas de la carta, elaboradas en el local y bautizadas con nombres de lugares icónicos de la zona. La Touriñán se prepara con carne de vaca cachena, una raza autóctona de la montaña oriental gallega. Se acompaña de queso de O Cebreiro (Lugo) y mermelada de pimientos de Padrón.
La Caneliñas es una auténtica sorpresa: hamburguesa casera de caballa con cebolla y alioli de ajo negro. Y la cerveza, Fisterrana, se elabora en Muxía, a 15 kilómetros. No es habitual encontrar tantas cosas interesantes en tan pocos metros cuadrados.
La tarde se va en acercarse al faro, caminar hasta la espectacular playa de Mar de Fóra y hacer fotos, porque si algo tiene Fisterra son rincones que te sorprenden a cada paso: el castillo de San Carlos, la capilla del Bo Suceso, las callejas del centro, las playas que asoman, al fondo, aquí y allá.
‘ETEL&PAN’ - Praza da Constitución, 10. Fisterra, A Coruña. Tel. 606 21 61 52.
Atardece y nos vamos a visitar a Brais Pichel un poco antes de que abra. Brais está al frente del ‘Restaurante Terra’, asomado a la playa de A Ribeira, en el corazón del pueblo, en el local de un antiguo bar de la familia.
Tras una temporada formándose en restaurantes como ‘Casa Marcial’ (Arriondas, Asturias; 3 Soles Guía Repsol) o ‘Mina’ (Bilbao; 2 Soles Guía Repsol), regresó hace un año para abrir este pequeño local. Sólo dos cocineros, él y Gabi Díaz, y un menú único que cambia con frecuencia, al ritmo que marca el mercado y en el que mandan los productos del entorno.
Nos sentamos a la barra que da a la cocina y Brais nos explica su trabajo mientras va emplatando el menú. Tartaletas de masa brisa con cebolla estofada muy lentamente con vino blanco, cremoso de patata y queso Galmesán, un queso curado que se elabora en Arzúa. “Es un plato inspirado en Pascal Barbot”, explica el cocinero.
Habitas verdes. “Me las traen de la ‘Finca de Los Cuervos’, al lado de Santiago, y las preparamos con una merluza en salazón, pepino crujiente y emulsión de perejil”. Bonito, “que está en plena temporada; lo curamos en arroz, lo marcamos al carbón y lo servimos con un salpicón de pimientos de Padrón”.
El calabacín mini se propone con un curry verde casero, fresco y aromático, y un crujiente de maíz. “En este plato hay cosas que vienen de la cocina de Jacques Maximin”. La paletilla se cocina con cerveza negra y se sirve con un kétchup de frutos rojos y hojas aliñadas. “Es de la carnicería local. Un cordero, de raza autóctona, criado en pastoreo”.
Terminamos con los melocotones en almíbar de cardamomo negro, helado de vainilla, bizcocho de azúcar moscovado y praliné de miso blanco. Y esas vistas del mar colándose por la puerta. Una sorpresa más de las que encierra Fisterra, perfecta para acabar el día.
‘RESTAURANTE TERRA’ - Paseo Ribeira, 65. Fisterra, A Coruña. Tel. 981 41 83 75.
Primera hora. Hemos quedado con Juan Luís Estévez, uno de los panaderos más respetados de Galicia, en el obrador. Nos recibe trabajando y con él está José Germán López, el propietario y tataranieto de quienes fundaron la panadería en 1887.
Juan Luís dedicó años a aprender cómo se elaboraban las grandes hogazas artesanales de la zona preguntándole a la gente mayor. A partir de ahí comenzó a elaborarlas en la panadería. Hogazas de dos kilos, pero también formatos más pequeños para algunos locales de la zona. “Ya probasteis nuestro pan. En las hamburguesas de ‘Etel&Pan’ y en ‘Terra’”, nos comenta.
Pero no sólo hay pan tradicional en ‘Germán’. Probamos uno de maíz que recuerda a algunos panes portugueses. El panadero lleva meses puliendo la fórmula para llegar al resultado que busca. Abrimos después una barra de algas que preparan para otro restaurante y, a continuación, otra de cebolla pochada. “Sabe un poco como el pan de las empanadas”, comenta Germán mientras mueve cosas de un lado a otro. Y ya que hablamos de empanadas, nos enseñan algunas de las especialidades de la casa, como la espectacular empanada de mejillones y masa de maíz.
Veníamos a por un poco de pan, pero nos vamos con varios tipos, con pan de centeno, con empanada. Y todavía nos faltan cosas. Hace menos de un año la panadería abrió un despacho de pan y, ya que estaban, en el piso de arriba montaron un pequeño café con mucho encanto que dirige Germán hijo, la sexta generación en el negocio. El lugar es perfecto para desayunar sin prisas. Tarta de Santiago, bizcochos, rosquillas… y su famosa coca, así llaman aquí a esta empanada dulce de manzana. Todo directo del horno a la mesa.
‘PANADERÍA GERMÁN’ - Rúa Real, 8. Fisterra, A Coruña. Tel. 981 72 56 45.
Empezamos el regreso, pero aún queda una parada más. En Sardiñeiro, un pequeño pueblo de pescadores asomado a la playa a unos cinco kilómetros de Fisterra, está ‘Casa Lestón’ (Solete Guía Repsol), uno de los pocos restaurantes centenarios que quedan en Galicia.
Se entra por la taberna, cuajada de fotos de la historia del local desde que abrió sus puertas en 1917. Alberto Castro, ahora al frente, nos recibe y nos cuenta el pescado del día, hoy cabracho y sargo, que van para una de las mejores caldeiradas de la zona. “Pero no os vais a ir sin probar la tortilla, ¿no?”.
Cualquiera se niega. Pocas veces se tiene la oportunidad de probar platos centenarios. Y la tortilla de longueirón -un bivalvo pariente de la navaja- lleva aquí, en carta, desde hace generaciones. Es un plato y, al mismo tiempo, casi una pieza de museo. Valdría la pena acercarse hasta aquí sólo por esa tortilla. Pero es que está también la caldeirada y los calamares en su tinta. Y a veces, si hay suerte, los percebes de la zona. Y los dulces caseros, como el calleiro, que ya cuesta encontrar en restaurantes. Ojalá hubiera una casa de comidas así en cada comarca.
‘CASA LESTÓN’ - Rúa da Coruña, 29. Sardiñeiro de Abaixo, A Coruña. Tel. 981 74 36 99.
Nos marchamos, pero nos quedan muchas cosas aún pendientes, porque Fisterra, aunque parezca pequeño, es inagotable. Nos llevamos la libreta llena de nombres por los que habrá que regresar y la sensación de que aquí, en este rincón asomado al Atlántico, ocurren cosas muy interesantes y de que este es el lugar perfecto para sumergirse en los sabores de la Costa da Morte.
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