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Si se despierta un día de sol en Donostia no hay otra opción, se va a la playa, y esto es algo que se hace desde primavera y hasta que el otoño lo permite. No se sabe cuándo va a cambiar el tiempo y aprovechar la espectacular costa a este lado de Guipúzcoa con los pies en la arena y de baño en baño es un lujo al que hay que sacar todo el partido. Y no cortarlo ni para el almuerzo. Aquí no hay rayo que perder.
San Sebastián no es tierra de chiringuitos en primera línea en los que dar buena cuenta de un plato combinado en chancletas y biquini mientras vigilas la sombrilla, pero sí tiene locales para todos los gustos en los que pedir comida para llevar e improvisar un pícnic saludable, de calidad y delicioso.
Maite dejó su camino en Bellas Artes para dedicarse a lo que realmente le ha gustado desde pequeña, estar tras los fogones. Estudió dirección de cocina, se curtió en el oficio y se alió con Jon, quien toda la vida había soñado con emprender algo propio. Así nació esta casa de comidas para llevar el pasado mes de noviembre. Nada que ver con una franquicia de platos precocinados, aquí las recetas son las de siempre, preparadas como en casa, con cariño, tiempo y buen producto de temporada: "Vemos que el ritmo de vida que llevamos es estresante y que mucha gente se olvida de la alimentación sana y casera para ganar tiempo".
Están en plena búsqueda de envases eco que funcionen bien con la termoselladora, pero ya cuentan con recipientes y cubiertos compostables, así como bolsas de papel. Como alternativa, animan a que los clientes traigan su propio tupper y así, fomentar la reutilización, que es verdaderamente el futuro más allá de los materiales limpios.
Ofrecen platos de cuchara, verduras, carnes y pescados frescos, un completo menú del día ajustadísimo de precio y también muchas opciones para llevar a la playa. ¿Las que más se llevan? La ensaladilla, la tortilla, la empanada con masa preparada a mano en casa o las ensaladas, y con una llamada antes de las 12.00 h te aseguras el pedido a una hora. Queda cerca de la playa de La Concha y los sábados y domingos hasta las 15.00 h hacen reparto, por lo que es posible que te lo acerquen, casi, hasta la arena.
Laura es nutricionista y tenía la ilusión de involucrarse en un proyecto enfocado a la comida saludable. Sin esperarlo, tuvo la opción de quedarse con un local, en primera línea de La Zurriola, que iba por este camino y no lo pensó. Desde hace unos meses es, junto a Lourdes, el timón de 'La Pepa'. "Quería ofrecer algo equilibrado, teniendo en cuenta qué raciones de proteínas, carbohidratos o lípidos son necesarias para una persona, algo saludable y de calidad", explica emocionada por encarar la primera temporada.
"Todo se hace al momento y todo se puede poner para llevar, desde unos nachos con guacamole a una ensalada", explica mientras prepara una de quinoa con lechugas, tomate, pollo, aguacate, pipas de calabaza, sésamo negro y vinagreta de frutos rojos. Nuevamente, con todos los envases compostables porque, como ella misma ha detectado en estos meses, "cada vez se pide más para llevar". Además de ensaladas, ofrecen sándwiches, bowls con fruta, cereales y semillas, repostería casera con opciones veganas, batidos o zumos cold press, como uno delicioso de kale, con manzana, piña, espinacas, pepino y hierbabuena.
En el centro, más a tiro si estás en la playa de la Concha, se encuentra este mítico local abierto en 1928. Situado en lo que fuera un antiguo almacén de trigo, la abuela Luisa, pionera en el pintxo donostiarra, impulsó una barra que es parte de la historia y memoria gastronómica de la ciudad.
"En 'La Espiga' me compro el pintxo de tortilla de patata y los fritos, y me los llevo a la playa", confesaba Elena Arzak cuando le preguntamos hace tiempo sobre sus restaurantes favoritos. Y como ella muchos, nos cuenta Jesús tras la barra del local, tercera generación y uno de los tres hermanos que se dedica al negocio familiar.
Fritos que, efectivamente, preparan para llevar y que puedes esperar mientras te refrescas del sol con una cerveza bien fría. Son enseña de la casa y entre ellos está la popular Chorrera (huevo, queso y jamón), la bola de carne o la milanesa.
En la zona del Antiguo, próxima a la playa de Ondarreta, dos jóvenes, Alain y Saúl, abrieron hace tres años un coqueto café que se ha ganado el cariño de San Sebastián. "Queríamos ofrecer un café bien elaborado y opciones de comer diferentes, vegetarianas, sin gluten…", explican mientras se desenvuelven en buena sincronía y sin freno en pleno turno de desayunos. Alain trabajó hace años en el bar de sus padres y Saúl estudió cocina, un interés mutuo que acabó desembocando en este proyecto, que defienden cada día sin descuidar una sonrisa tras la barra.
Su carta es una suerte de breakfast all day perfecta para llevar, con más de una decena de tostas diferentes, como la de aguacate BB Kafé –con queso feta, lima, menta y copos chili–, hummus, guacamole, bowls como el de pudding de chía o de yogur y muesli con fruta natural; smothies, y una gran selección de cafés e infusiones.
Una propuesta que se completa con platos de día, cremas o ensaladas, así como sándwiches preparados con cariño, por ejemplo, uno buenísimo de hummus, pavo y tortilla. "Los panes que trabajamos son ecológicos; la bollería, completamente artesana; y tenemos diferentes alternativas de leche: de soja, avena, arroz, sin lactosa o desnatada", detallan. Un compromiso saludable que tienen claro y que trasladan a los propios envases: “Los vasos de pudding son biodegradables y los del café, reciclados”.
¿Imaginas poder pedir una bandeja de sushi a la playa, recién preparado al gusto y con un producto fresco de primera? Es posible. Solo con dar un punto de referencia para hacer cómodo el reparto, esta pista gastro ofrece la posibilidad de que no tengas ni que desplazarte. Desde su local en Errotaburu, donde también se puede recoger el pedido, trabajan de manera disciplinada e impoluta diferentes propuestas a la carta. Nigiris, gunkan, temakis, uramakis… también ceviches, tartares, ensalada wakame o curry de langostinos.
Y por supuesto, poke bowls, una de las tendencias frescas más sonadas de las últimas temporadas. Una base de arroz basmati cocinado con leche de coco, acompañado de pescado e ingredientes frescos, como por ejemplo, el de atún rojo marinado con salsa de anguila y cinco especias japonesas; aguacate, mango, edamame y brotes tiernos.
"Nacimos en 'Súper Amara' (un súper muy reconocido en la ciudad) hace casi 6 años, con puestos atendidos a la carta, y desde hace un año tenemos local abierto al público, donde seguimos preparando propuestas sencillas para el supermercado y pedidos más elaborados para llevar o recoger", explica Lucía, quien está detrás del proyecto en el día a día. Evolución lógica como también la de remar en favor del medio ambiente: “Desde hace un año hemos hecho una fuerte apuesta por ofrecer envases compostables”.
Desde un pequeño local a la espalda de la playa de la Zurriola, la más surfera de la ciudad, Fernando revolucionó con sus bowles de fruta fresca preparados al momento hace ya cinco años. "Abrí en 2014 con otra idea pero se ha ido transformando hasta lo que es hoy", cuenta.
El boca a boca ha convertido 'Uh-mami' en una de las propuestas más exitosas y recomendables para llevar de todo San Sebastián, tanto que ya cuentan con un segundo local a solo unas calles. Algo que, por otro lado, Fernando no esperaba cuando dejó atrás su vida de comercial para embarcarse en esta aventura. "Soy una persona a la que le gusta probar, ver cosas nuevas", confiesa, como también cuenta que cerró el local a las dos horas de abrir por la presión del estreno. Menos mal que cambió de idea.
¿Qué pedir? Bowles como el de açai (con crema de açai y plátano, toppings de fresa, plátano, granola, avena, coco y arándanos, con extra de miel, leche condensada, sirope de agave o crema de cacahuete), completas ensaladas (de quinoa, de pollo, pasta, salmón…) o bocadillos, donde no falta la alternativa veggie.
Pero también zumos y batidos –con diferentes opciones de bebida vegetal– que causan sensación, como el longboard, de sandía, melón, fresa, mango y naranja; o el energy, de chía, avena, plátano, leche y manzana. Además, todos los desechables son ecológicos, en una firme apuesta por el medio ambiente: "No usamos plástico, los cubiertos son compostables, las pajitas de papel, los envases son de maíz y las bolsas de papel o de patata".