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Merendar un tazón de leche con cereales ya no es sólo cosa de casa. Desde el pasado mes de mayo, puedes hacerlo también en este lugar, donde tienen unos 160 tipos, incluidos algunos sin gluten, azúcar, lácteos, etc. Además de elegir entre distintas variedades de leche (animal y vegetal), tienes la posibilidad de coronar tu bowl con frutas, chocolatinas o siropes.
Una súper merienda es lo que te espera en esta cafetería, abierta en los 60 y ambientada como entonces, o sea, un poco al estilo Cuéntame. Por la zona en que se ubica, cerca de Moncloa, suele llenarse de universitarios, que van a dar cuenta de alguna de sus innumerables opciones para merendar: tortitas, gofres, tartas, tostadas, bocadillos...
El chocolate con churros es, sin duda, uno de los clásicos de la merienda española. Valor prepara el chocolate a la taza tanto al modo clásico, como sin azúcar o de sabores y lo acompaña de sus particulares churros (o tejeringos, como los llaman). Otra opción es la de San Ginés, el emblema churrero por excelencia de la capital.Lleva funcionando desde 1894 y, por si no lo sabías, ¡abre las 24 horas del día!
Además de para aprender a hablar francés, puedes ir al Institut Français a tomar un café con un pedacito de tarta casera, una quiche, un cruasán o algún que otro bocado típico del país vecino. Dentro de la cafetería se está bien, pero, si hace buen día, merienda en la terraza. Ambiente tranquilo, bohemio y con un puntito intelectual. Te encantará.
Si quieres una merienda de postín, acércate a este mítico hotel a tomar su archifamoso afternoon tea. El té de la tarde se sirve en el hall y va acompañado de sándwiches, pastelitos, pastas y scones con mantequilla y mermelada. De fondo, delicadas notas musicales a cargo de un pianista que ameniza el momento. Todo muy fino.
Ambientación vintage y decadente para este bonito café del barrio de Argüelles. Sus meriendas son dulces, a base de brownie, tarta de zanahoria y de manzana. Si eres más de salado, justo a la vuelta de la esquina está su hermano, The Toast Tavern, especializado en cervezas artesanas y bocatas, que preparan totalmente a tu gusto.
Al salir del metro de Sol, ¿quién no se ha puesto casi a levitar alguna vez por el olor a bollitos recién hechos procedente de La Mallorquina? Normal, ya que el obrador está justo debajo del local. Sus dulces y bollos -y, más concretamente, las napolitanas y las trufas- son un clasicazo de Madrid. Damos fe nosotros y las filas que se forman a veces, también.
Su local es diminuto, con apenas un par de mesitas, pero si eres suertudo/a y logras encontrar alguna de ellas libre, podrás disfrutar de unos de los cruasanes más afamados de Madrid, así como de otros tantos dulces de inspiración francesa. Si no pillas hueco, siempre podrás llevarte la merienda a casa. Y te sabrá igual de rica.
El meollo malasañero tiene, desde este mes de septiembre, una nueva alternativa para merendar. Espacioso y con mucha luz, este nuevo establecimiento ofrece café mocca, con caramelo o frappé, acompañado por cookies, muffins o un trocito de tarta. Para algo más contundente, anímate con un bocadillo o con una focaccia rellena.
Chocolateros del mundo, ¡también hay merendolas pensadas para vosotros! Cacao Sampaka, por ejemplo, sirve chocolate frío y caliente, fondues con fruta, mousses y demás recetas a base de cacao. Otra opción es la de La mejor tarta de chocolate del mundo, el nombre de este espacio de origen portugués, situado frente al Retiro y especializado en esta tarta de chocolate, merengue y mousse de cacao.
Este nuevo café de Lavapiés propone meriendas vegetarianas, que no veganas, aunque también tiene siempre alguna opción disponible para ellos. Lo que más triunfa a media tarde son sus bizcochos (plátano, limón, jengibre), pero también preparan tostadas con tomate o aguacate, burger vegetales… La mayoría de los ingredientes que usan son eco.
Acaba de abrir sus puertas el que promete ser uno de los lugares de moda de Madrid. Se trata del nuevo, colorido y vanguardista restaurante del Museo Reina Sofía, alojado bajo la cúpula de Jean Nouvel. Puro diseño. Para merendar, sugiere smoothies naturales o cócteles, junto con tostadas de diferentes tipos de pan o bollería recién horneada.
¿Te apetece una merienda a la inglesa? Pues dirige tus pasos a la zona de Alonso Martínez y adéntrate en este salón de té. Tonos pastel, flores y papel pintadodominan este espacio donde es posible elegir entre una infinidad de tés: con o sin teína, negros, rojos, verdes… ¿Para acompañar? Scones, pastas de mantequilla o sándwiches.
Un histórico de la capital por el que, desde su apertura en 1931, ha pasado la éltie madrileña de la época. Actores internacionales e intelectuales se mezclan con personajes de la más rancia aristocracia del barrio de Salamanca. Hoy sigue siendo uno de esos sitios bien, en cuyo salón de té se sirven -en tazas de porcelana, faltaría más- toda suerte de infusiones y cafés, así como bocados, dulces y salados realizados como antaño. El servicio también es como el de antaño.
Aunque cada vez hay más lugares con opciones para las personas con intolerancia al gluten, es cierto que no es fácil encontrar un espacio en el que todo (TODO) sea apto para celiacos. Éste es el caso de Celicioso, una pastelería y cafetería donde disfrutar de cupcakes, galletas y tartas artesanales completamente libres de gluten. El pasado mes de mayo inauguraron su segundo espacio en Madrid, también en la zona de Chueca.
La simpática Carole, que da nombre a este salón de té de Chueca, prepara cada día ricas recetas de postres típicos de Francia, su país de origen, con ese inconfundible sabor a mantequilla que caracteriza la repostería gala: tarta tatin,crêpes (con caramelo, mermelada, nutella), cruasanes, mousse o fondant son algunas de sus spécialités.
La zona de Conde Duque es una mina de cafecitos agradables en los que tomar algo a media tarde, y éste es uno de los que más gustan. Atrae su terraza, su acogedora decoración, su ambiente internacional y su carta, donde no faltan cafés especiales, zumos naturales, limonada casera o cócteles. Para picar, tartas, tostas, bagels…
Recién abierto en Malasaña, es el tercer establecimiento que esta casa tiene en la capital. Además de la zona de frutería -a lo moderno, eso sí- y la de venta de productos eco para llevar, dispone de un espacio con mesas. En la misma línea healthy de la tienda, su propuesta pasa por zumos y batidos saludables, bizcochos ecológicos o fruta del tiempo.
La Latina alberga desde hace casi 20 años Delic, uno de esos lugares acogedores y cosmopolitas, perfectos para pasar un rato leyendo o charlando mientras tomas uncafé, un vaso de limonada natural o un cóctel. Allí preparan, además, tartaletas, bizcochos y, en su versión salada, recetas del mundo, con opciones vegetarianas y ecológicas.
Al lado de la Puerta de Alcalá encontramos este tranquilo salón de té. El predominio del blanco, las lámparas de cristal y el mobiliario dan a este lugar unaire chic y de lo más romántico. Su especialidad son las tartas, la mini bollería, los pasteles y los macarons. Todo hecho por ellos, claro. Además, bastantes tipos de bagels y finger sándwiches.
Si eres un golosón/a de la vida, éste es tu lugar. El problema vendrá cuando tengas que decidirte entre la inmensa cantidad de apetecibles posibilidades que encontrarás en su vitrina: palmeras de azúcar o chocolate, trufas y bombones, brioches y bizcochos, galletas, macarons… Para nosotros, la opción ganadora es la de café + minitartita.
Veinte y treintañeros suelen ser el público habitual de esta cafetería de ambiente modernete. El café es su punto fuerte, así que lo suyo es que pruebes alguna de sus variedades: latte, capuccino, moca, helado, etc. Como alternativa, siempre encontrarás también tés, zumos y smoothies. Y, si tienes hambre, galletas, tostadas o brownie.