Hamburguesa y sándwich de la cafetería Narigoni.

Narigoni, cafetería y heladería en El Puerto de Santa María (Cádiz)

Un Solete de narices ‘dog friendly’

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Actualizado: 11/04/2025

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En apenas tres años se ha convertido en uno de los rincones más populares para los desayunos, brunchs y tardeos de El Puerto de Santa María. 'Narigoni' llegó a la ciudad con la fama de los helados artesanos de la casa madre de Cádiz, pero aquí triunfan también sus panes, bollos y tartas elaborados a diario en obrador propio, sus burgers de carne wagyu o sus tostas dulces y saladas. Además, en este Solete Guía Repsol las mascotas son bienvenidas para que se lo pasen, como los dueños, “de narices”.

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El ambiente de una tarde de domingo es frenético en ‘Narigoni’. Hay gente haciendo cola para ocupar una de las mesas interiores del establecimiento, aunque el tiempo soleado y casi primaveral invita a que muchos prefieran un puesto en la terraza. Esta cafetería, con capacidad para 150 clientes, se ha convertido en uno de los epicentros para los desayunos, comidas, meriendas y cenas (con cocina non-stop) de El Puerto de Santa María (Cádiz).

La cocina está abierta desde primera hora de la mañana hasta el cierre.

“Esto es un no parar. Aquí el cliente puede pedir cualquier plato de la carta en cualquier momento, porque mantenemos nuestra cocina abierta durante todo el día”, explica Cristina Jiménez, gerente del establecimiento. ‘Narigoni’ (Solete Guía Repsol) abrió sus puertas, en la zona residencial de Vistahermosa en diciembre de 2021 de la mano de los hermanos Alfonso y Jaime Pombo, empresarios del sector de la hostelería y el ocio nocturno con varios locales en El Puerto, Jerez de la Frontera, Cádiz y Sevilla. De hecho, el primer ‘Narigoni’ se inauguró ya hace una década en la céntrica Plaza de la Catedral de Cádiz como heladería artesana.

No hay quien pueda resistirse.

En la sede portuense elaboran cada mañana panes, bollería y tartas en un obrador a la vista. “Contamos con varios tipos de panes -multicereales, cúrcuma y pipas de calabaza, pasas y nueces, chía, focaccia o payés- con masa madre y fermentaciones de 24 horas, horneados en un hoyo de suela de piedra que les aporta una corteza crujiente y una miga extremadamente esponjosa”. Para los más golosos, en la vitrina de la entrada lucen las palmeritas, las cookies de chocolate negro y nueces o con arándanos y chocolate blanco, las trufitas, los croissants rellenos de pistacho o las tartas y bizcochos caseros.

Vitrina de tartas y helados de la cafetería Narigoni.

Siempre es un buen momento para un helado “de narices”.

También han conseguido que aquí los helados no sean solo para el verano. “Durante todo el año tenemos unos 24 sabores disponibles. Son helados caseros, que preparamos siguiendo la tradición italiana de los maestros gelatai con leche fresca de vaca de la lechería Cra, en Conil, y fruta natural”, apunta Jiménez. Hay quien se decanta por los tradicionales conos de galleta o tarrinas y quien prefiere acompañar con una bola de sabor los gofres, pancakes o las french toast de fresas, plátano y jarabe de arce.

Terraza exterior de la cafetería Narigoni.

La terraza es uno de los rincones más demandados.

Una cafetería ‘dogfriendly’

Cuando montaron la primera heladería de Cádiz, los hermanos Pompo la bautizaron como ‘Narigoni’, “porque hacemos unos helados de narices”. Ahora, en El Puerto también se pueden tomar unas hamburguesas de pan brioche casero “con carne de wagyu, cerdo deshilachado o pechuga de pollo crujiente”, sándwiches de pastrami o salmón ahumado con aguacate, tostas, poke bowls o distintos platos finger foods para compartir como nachos con guacamole, jalapeños, crema agria y pulled pork, croquetas de jamón ibérico o patatas con queso y bacon.

Mascotas en el interior de la cafetería Narigoni.

Las mascotas son bienvenidas en esta cafetería.

Mascotas en la terraza de la cafetería Narigoni.

Elba y Pelusa son dos clientas habituales.

En el interior, donde hay una amplia y luminosa terraza cubierta decorada con plantas naturales, se mezclan familias con niños pequeños, parejas, grupos de amigos y también mascotas, pues en en este Solete son bienvenidos los perros como Pelusa, el precioso pomerania de Elba, “con el vengo todas las semanas desde que tenía tres meses y que se siente feliz sentado al solecito en la terraza mientras yo me tomo mi zumo y tostada”, reconoce la dueña.

NARIGONI – C. de las Magnolias, 35. El Puerto de Santa María (Cádiz). Tel: 856 229 184