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Situado en el corazón de Madrid, el 'Hotel Pestana Plaza Mayor' propone dos ambientes muy especiales para comenzar el día con buen pie. El primero es su coqueto patio, el que une el edificio del antiguo parque de bomberos con la casa de la carnicería, hoy unidos en este lujoso complejo de 90 habitaciones al que se accede por la calle Imperial. Podrás desayunar un rico bufet donde antes aparcaban los camiones de bomberos, convertido hoy en un rincón sorprendente, con adoquines portugueses en el suelo, y lleno de luz natural, vegetación y detalles que lo hacen de lo más acogedor.
El bufet es de lo más completo: podrás comer desde unos huevos revueltos con beicon y salchichas, a embutido, quesos, todo tipo de fruta, bollería hecha en diferentes obradores de la ciudad y unos zumos naturales de distintos sabores, como el de mango y maracuyá o el de naranja y fresa. Los más golosos no podrán resistirse a los pastéis de nata, la deliciosa tartaleta de crema portuguesa típica de Belém. El segundo ambiente para desayunar es la terraza del Café, en plena Plaza Mayor, un lujo. Eso sí, aquí el desayuno es continental.
La carta de la terraza climatizada para el frío y el calor de 'Pipa & Co' pone de acuerdo a los amantes del dulce y de lo salado, con propuestas como el croissant a la plancha de jamón dulce y queso edam o la tostada de aguacate y huevo poché (también con salmón ahumado), así como crepes recién hechos con Nutella y helado de vainilla o la tarta de manzana hecha al momento.
En la terraza a pie de calle, la sombra de sus flores te transporta a otro lugar mientras decides con qué vas a arrancar el día. Si no estás para caprichos y quieres disfrutar de una pausa al sol, sin saltarte la dieta, puedes optar por el bowl de yogur, frutas y muesli, sin duda, una muy buena elección para cuidarte y para cubrirte de likes de Instagram. Para acompañar, te recomendamos salir de los clásicos tés o cafés, escogiendo un smoothie. Los hay de todo tipo, ¿los más originales? El Afrodisíaco (zanahoria, manzana y fresas) o el Anti-resaca (plátano, mango y manzana).
Siempre en el barrio de Salamanca, pero de aires parisinos, el 'Café Bistrot de l’Institut Français' es el lugar ideal para los sibaritas en busca de especialidades francesas como croissants, pasteles y tartas caseras, quiches o la clásica baguette (las sirven con patatas o ensalada). Escondida en un patio interior, esta terraza tiene el aliciente extra del ruido del agua corriendo en una fuente que todo lo refresca y envuelve en la calma.
En palabras de sus propios gestores, este café es "un remanso de paz para todos los que buscan un rincón tranquilo, sin ruido de tráfico, en el pleno corazón de Madrid", y razón no les falta. Con un ambiente muy acogedor, lleno de plantas, esta coqueta terraza invita a despojarnos de las preocupaciones para volver a disfrutar de los pequeños placeres, y sí, puede que las horas pasen sin que te des cuenta... No te preocupes, vuelve a echar un ojo a la carta y pide algo más para comer.
La terraza ajardinada de la 'Cafetería Berlín' es el secreto mejor guardado del Instituto Goethe. Allí nos mezclamos entre estudiantes, trabajadores de esta institución alemana y personal diplomático. En este lugar también se escucha el sonido del agua, aunque la fuente es más pequeña que la de la terraza francesa, genera el mismo efecto. "Aquí todo es casero y preparado en el día", asegura el responsable, Diego Cifuentes. La carta de desayunos y meriendas contempla desde porras, churros y bollería –la palmera es uno de los imprescindibles– hasta tostadas, barritas con tomate natural, pinchos de tortilla, sandwiches mixtos, montados o pulguitas.
En la época precovid solían servir también tartas, como la de frambuesas, manzana o chocolate –"cuando esto remonte, volveremos a ofrecerlas", comenta Diego–. Si sois fans de la cultura alemana, no dejéis de dar un paseo por el Instituto, disponen de una biblioteca bastante completa y de una televisión que transmite los programas alemanes.
Ahora bien, si lo que buscas es camuflarte entre plantas, la cafetería del Real Jardín Botánico, integrado en el Pabellón Villanueva y con terraza en el jardín, es tu lugar. Este sitio privilegiado de la capital madrileña, con vistas al cuarto museo más visitado, ofrece cafés ecológicos, zumos (no son naturales), bizcochos caseros y cookies (aptas para veganos), entre otros.
Y si eres un incondicional del desayuno o de la merienda salados, puedes optar por la tablas de jamón ibérico y quesos españoles artesanos acompañados con picos y regañás. Un picoteo en un maravilloso oasis vegetal.
Abierta desde las 12 del mediodía, 'La Cantina' del Matadero de Madrid es la terraza de referencia para un desayuno tardío o un medio brunch. Su carta está protagonizada por comida ecológica y saludable, de la que destacan los postres caseros de 180 obrador, como croissants, tartas, bizcochos, cookies... ¡Imposible decantarse solo por uno!
Si eres más de desayunar o merendar salado, uno de los must de esta terraza con encanto son las pizzas, con masa fina y elaboradas con harina ecológica; y los domingos, sirven el "Sunday Roast o No". Está inspirado en el Sunday roast británico, que consiste en un asado de carne con patatas. Aquí en 'La Cantina' suelen darle un twist internacional, por lo que cada domingo nos sorprenden con una receta diferente procedente de diversos lugares del mundo.