3 Recetas de rollitos vietmanitas de arroz y colores
Tú también puedes hacer los rollitos arcoiris que triunfan en instagram
Dificultad
Fácil
Dificultad
Fácil
Estos bocados frescos y crujientes son apetecibles todo el año, pero lo son mucho más cuando llega el calor y los mercados están llenos de verduras y frutas de colores vivos, y texturas que crujen entre los dientes . Una vez humedecidas, las tortitas de arroz casi transparentes dejan ver los colores del arcoíris, dibujado con las verduras y frutas con que se rellenan y las flores y hojas con las que se adornan. ¿Puede haber algo más bonito?
Pero no solo son bonitos estos bocados, es que además están muy ricos. Y resultan aún mucho más sabrosos cuando se hunden en una salsa suculenta y perfumada antes de darles el primer bocado. En estas salsas está todo el secreto del sabor de los rollitos.
Es muy corriente hacer estas salsas con mantequilla de cacahuete como base, pero creo que la tahina es más cercana a nuestros gustos, más sabrosa y refinada. También se pueden hacer las salsas con frutas y verduras que soporten bien los aromas de las especias. El aguacate o el mango sirven tanto para dulces como para salados. A ambos frutos les van muy bien el picante del jengibre, los aromas de las especias, el ácido, el dulce...
En algunos lugares de Asia, en especial en Vietnam, introducen en medio de las verduras filetes de cerdo, ternera o de pollo a la plancha, cortados en tiritas y bien especiados. También están muy ricos así, pero no son vegetarianos. Antes de enrollarlas, se puede esparcir por encima de las verduras unos frutos secos picados o enteros, desde almendras a cacahuetes fritos o pipas de girasol. Asimismo semillas, ajonjolí crudo o tostado, linaza dorada o marrón, chía, amaranto reventado, ajenuz... Pues manos a la obra.
PARA 4 ROLLITOS
TIEMPO DE ELABORACIÓN: 40 minutos
Lavar todas las verduras. Lavar y poner las hojas de cilantro en un vaso con agua muy, muy fría hasta que se vayan a usar.
Pelar y rallar las zanahorias. Rociar con zumo de limón. Colocarlas en un plato.
Lavar el calabacín, retirar la piel con un poco de la carne y cortar en tiritas. A continuación retirar la carne blanca del calabacín --sin las semillas-- y cortar en tiritas también. Colocar separadas de las zanahorias. Verter encima unas gotas de zumo de limón.
Quitar las hojas más feas del exterior de la lombarda y cortar de la parte superior, en donde las hojas son más finas y en paralelo al corte que se hizo para partirla al medio, tiritas finas, como 4 cucharadas. El resto dejarlo para otro uso.
Lavar los pimientos amarillo y rojo y cortarlos en tiritas.
Reservar las verduras.
Llenar un plato grande y hondo con agua fría. Introducir una tortita en agua unos segundos y pasarla a una tabla.
Pintar con un pincel y el aceite la cara a la vista de la tortita. Así se impermeabiliza un poco.
En la mitad inferior de la tortita redonda o cuadrada --puesta en diagonal o en paralelo a la tabla-- colocar una junto a otra la cuarta parte de cada una de las verduras para conseguir una mezcla de colores bonita --por ejemplo, lombarda, pimiento rojo, zanahoria, pimiento amarillo, calabacín blanco, calabacín verde-- o en el orden que a uno le parezca mejor.
A continuación, doblar la mitad inferior de la tortita sobre las verduras para envolverlas, apretando con suavidad para darle consistencia al rollito, y doblar los extremos de los lados para encerrar el relleno con esta mitad de la tortita.
Colocar unas hojas de cilantro escurridas y secas sobre la tortita aún sin enrollar y a lo largo del rollito. Terminar de enrollar y pasar a la fuente de servicio. Repetir de nuevo hasta terminar los 4 rollitos. En este momento se pueden conservar en el frigorífico un par de horas y hasta un poco más muy bien.
Servir con la salsa.
Para la salsa, partir al medio el aguacate, quitar el hueso y pelarlo para sacar la pulpa.
PARA 4 ROLLITOS
TIEMPO DE ELABORACIÓN: 35 minutos
Abrir el envase de kimchi y ponerlo a escurrir en un colador. Presionar con suavidad.
Lavar la lechuga-escarola bien y escurrirla al máximo. secarla entre dos paños apretando con suavidad. Cortar en trozos de 4-5 centímetros. Reservar en una fuente.
Colocar en la fuente donde está la lechuga la cantidad de brotes equivalente a la de la lechuga, en volumen.
Cortar el aguacate, retirar el hueso y de las dos mitades sacar tiras o dados, como se prefiera. Rociar con zumo de limón y colocar en la fuente.
Pelar y cortar en tiritas la remolacha. Si ya es cocida, secarlas entre dos papeles triples de cocina hasta que no suelten mucha agua, que tiñe todo y ablanda las tortitas.
Lavar y cortar al medio los tomatitos cherry. Colocar en la fuente
Pelar y cortar en tiritas la remolacha. Si es ya cocida, secar las tiritas entre dos papeles triples de cocina apretando con suavidad. Reservar en la fuente.
Llenar un plato grande y hondo con agua fría. Introducir una tortita en agua unos segundos, hasta que esté flexible, no más, y pasarla a una tabla. Pintarla con aceite con un pincel de cocina.
Esparcir por encima la cuarta parte de las semillas de ajenuz.
Colocar las verduras formando un bonito conjunto de colores. Doblar la primera mitad de la tortita sobre las verduras y ajustarlas para darle consistencia al rollito. Doblar los extremos de los dos lados para encerrar el relleno.
Colocar en la parte libre de la tortita aún sin enrollar 2-4 hojas de albahaca, según sean de albahaca italiana o española.
Terminar de enrollar la tortita y colocar en la fuente de servicio.
Repetir la misma operación hasta acabar con todos los ingredientes. En este momento los rollitos se pueden conservar en el frigorífico hasta 2-3 horas.
Servir los rollitos con su salsa.
PARA 4 ROLLITOS
TIEMPO DE ELABORACIÓN: 35 minutos
Lavar las flores y las hojitas de menta, para dejar que se sequen sobre un paño o papel de cocina.
Colocar en una fuente por separado las frambuesas --o los fresones lavados, sin hojas y en lonchas finas-- y los arándanos.
Pelar la rodaja de piña, retirar el corazón duro y cortar lonchas lo suficientemente finas para ser elásticas. Rociar de limón y reservar en la fuente.
Pelar los kiwis, retirar el centro más duro con un cuchillito fino, pero cuidando de no quitar las semillas, y cortar lonchas lo suficientemente finas para que sean elásticas. Rociar de zumo de limón y reservar en la fuente.
Pelar el mango y sacar lonchas lo suficientemente finas para que sean elásticas.. Si son muy anchas, cortarlas a lo largo. Rociar con zumo de limón. Reservar en la fuente.
Para los rollitos, remojar una tortita en agua puesta en un plato grande y hondo. Colocarla sobre una tabla.
Ordenar las frutas en un combinado de colores bonito en la mitad inferior de la tortita. Envolver las frutas ajustando el relleno para que el rollito tenga consistencia.
Doblar los extremos de los lados hacia dentro.
Colocar dos flores del revés y unas hojitas de menta, también del revés, en la parte aún vacía de la tortita y terminar de enrollar.
Pasar a la fuente de servicio y repetir para acabar con las tortitas y las frutas.
ELABORACIÓN DE LA SALSA:
Calentar en un cacito la leche de coco hasta que hierva. Retirar del fuego y añadir el chocolate blanco. Remover hasta que se haya fundido. Dejar templar. Mientras, limpiar el mango y triturar la pulpa con el jengibre, las semillas de cardamomo, la ralladura y el zumo de limón.
Cuando la mezcla chocolate-leche de coco esté casi fría pero aún líquida, mezclar con el puré de mango. Comprobar la consistencia y añadir un poco de agua si estuviera muy espeso.