Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
A Cádiz le sobran adjetivos. Hay quienes la bautizan como la ciudad que ríe, por la guasa de sus gentes y ser patria de las chirigotas, y otros como la capital de la luz, por su cielo plateado reflejado en el mar. Pero lo cierto es que Cádiz posee otra credencial y es que es la ciudad más antigua de Europa, lo que la convierte en un destino predilecto para todos los gustos.
Si a este entorno privilegiado le sumamos poder despertarse mientras contemplamos al fondo la bahía, el nuevo puente de la Constitución y un pintoresco skyline con más de un centenar de torres miradores, antenas de televisión y ropa tendida, el viaje tiene todos los ingredientes para ser eternamente recordado. Para ver esta singular panorámica, solo accesible desde las alturas, nos vamos de ruta por cuatro áticos de donde no querrás salir nunca.
El visitante quedará ensimismado al abrir las puertas de este ático situado a escasos metros de la Catedral y del Mercado Central. Dos grandes ventanales dejan contemplar la salada claridad de Cádiz de la que tanto hablaba Antonio Machado.
La arquitectura clásica de los balcones y los edificios contiguos quedan atrás en este apartamento de dos habitaciones. "No quería recrear un típico apartamento, buscaba un rincón acogedor donde el huésped sintiera que fuera un hogar", apunta Rebeca J. Cirujano, su arrendadora, que para conseguirlo ha puesto mucho empeño.
En la cocina hay un kit de supervivencia, desde un bote de Nesquik hasta una sopa. En la estantería encontramos mapas y guías de la ciudad, incienso, películas y pilas CD’s, para todos los gustos. Por último, los muebles customizados, desde un palet convertido en mesa o cama hasta una caja transformada en marco de fotos le dan un toque vintage.
En la estrecha calle Cánovas del Castillo nada hace presagiar lo que nos encontraremos en el número 40. Un portal de estilo colonial con un patio interior donde se desdoblan unas estrechas escaleras en las que huele a berza gaditana.
Accedemos a un ático decorado con recuerdos de Rebeca, desde una máquina de escribir que compró en los antiguos Encants de Barcelona, una partitura de Beethoven o uno de los cuadros que ella pinta. "Objetos que los huéspedes pueden adquirir si les gustan", puntualiza.
Aunque le ha costado decidirse, Rebeca confiesa que su ático favorito es 'La Bella Escondida'. Nombre que decidió ponerle porque ofrece una vista de 360º única en la ciudad, desde donde se puede contemplar la torre gaditana 'La Bella escondida', una de las torres más singulares de la ciudad ya que se encuentra oculta entre las azoteas y solo es visible desde otro mirador.
Podría parecer que estamos en una casita en Marrakech, por su color azul añil, pero estamos en el centro de Cádiz, a escasos metros del Teatro Falla y la playa de la Caleta. Aunque no es visible desde la calle, su mejor baluarte está en la azotea, no solo por sus hamacas y el paisaje sino por su casita marinera. "Es un rincón con piezas de arte y utensilios antiguos que pronto se convertirá en una sala de té", revela Rebeca mientras recomienda a sus huéspedes dónde ir a desayunar el día próximo.
Y es que la propietaria no solo alquila áticos, está volcada con sus clientes y los cuida al máximo. Busca intérpretes, organiza rutas con pescadores de la zona y lugareños con los que ir a comer una buena berza, y les hace una lista de los sitios top que no se pueden ir sin visitar. "Pero nada de lo típico, los monumentos más importantes ya los saben, queremos que descubran la Cádiz más genuina, como los churros de Manolo o la berza de la Mari".
En el centro de la ciudad pero decorada como si una casa en primera línea de playa se tratara, el ático del barrio flamenco está pensado para el confort. Escondido entre los edificios sobresale este pequeño loft donde el tiempo se para. Llegamos a una pequeña terraza privada, repleta de geranios, ficus, jazmines y palmeras, que son la antesala de la joya de la casa, la azotea. Rebeca empieza a reírse y nos señala una de las piezas más preciadas de la casa, la bañera western: "Ningún cliente se va sin haberla probado".
"Los huéspedes que tenemos ahora son ingleses, es la segunda vez que vienen y les encanta leer en la azotea", nos dice Rebeca, quien añade que quedan anonadados con la claridad. La luz de Cádiz es precisamente lo que hizo que Rebeca se enamorara de esta ciudad: "Es única en el mundo, según el momento del día y la estación del año puede ser azul, rosa, transparente o anarajada". Hace 20 años esta madrileña descubrió Cádiz y hace una década decidió vivir a caballo entre las dos ciudades y comprarse pequeños áticos para contemplar los atardeceres. "Eso sí, cuando todavía se podía comprar barato en la ciudad", bromea.
Quienes los visitaban quedaban atónitos ante tal juego de colores en el cielo reflectados sobre el mar y… "¿Por qué no mostrar estos rincones a otros huéspedes?", pensó Rebeca, que ahora los alquila desde 86 a 150 euros la noche en su web. Dicho y hecho. Empezó a alquilarlos y no le han faltado clientes, es más, tiene lista de espera.
En general... ¿cómo valorarías la web de Guía Repsol?
Dinos qué opinas para poder mejorar tu experiencia
¡Gracias por tu ayuda!
La tendremos en cuenta para hacer de Guía Repsol un lugar por el que querrás brindar. ¡Chin, chin!