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Una huésped del hotel Luz Almonater asomada a uno de los balcones

Hotel Luz Almonaster: un hotel boutique en Huelva

El placer de estar (como) en casa

04/10/2024 –

Actualizado: 01/10/2024

El otoño pinta la sierra que envuelve al coqueto pueblo de Almonaster La Real de naranjas y ocres, marrones y amarillos, invitando a vivir la esencia de lo rural en todo su esplendor. Es ahí, en pleno corazón de la localidad onubense, donde se alza una antigua casona transformada en el Hotel Luz Almonaster, que sirve de oasis y desconexión para todos aquellos que ansían escapar del estrés del mundo.

Pocos placeres hay que superen la agradable sensación de despertar con el canto de los pájaros. Lo mismo sucede si, en vez del piar, lo que nos da los buenos días son las campanas de una iglesia con origen, nada más y nada menos, que en el siglo XIV: es lo que pasa cuando se tiene de vecino a un antiguo templo religioso.

Terraza para el desayuno en el hotel Luz Almonaster
La terraza, rodeados de árboles y flores, es un rincón ideal para el desayuno.

Sin embargo, lo que a priori puede parecer un escenario excepcional, fuera de lo común, es rutina diaria en las entrañas del Hotel Luz Almonaster, el acogedor alojamiento boutique de solo 10 habitaciones al que Inmaculada y Toni, sus anfitriones, dieron vida en 2019. No hay mejor definición para idilio entre el matrimonio y el hotel que el de amor a primera vista: quién le iba a decir a ellos que, aquel día que fueron a disfrutar de las fiestas populares de Almonaster La Real en 2017, acabarían cayendo rendidos ante las posibilidades de este enclave. En el momento en el que se adentraron en la casa, y a pesar de que, por aquel entonces, no era más que ruinas, lo supieron: no había marcha atrás. Almonaster se iba a convertir en un rincón fundamental en sus vidas.

Habitación del hotel Luz Almonaster
El hotel cuenta con 10 habitaciones cómodas y amplias.

Caminos opuestos, una misma ruta

Mucho ha cambiado este acogedor espacio desde aquellos años hasta hoy. Por el camino ha habido lugar para todo tipo de burocracia, para estudios sobre conservación, para obras y reformas eternas y para rodar en el tiempo, una vez abierto al público, aportando al hotel esa sensación de hogar tan lograda al atravesar sus puertas. “Nuestra idea no era hacer esto: nuestra idea era montar una casa donde nosotros vivir y dedicar dos habitaciones a alojar a huéspedes, tipo bed and breakfast”, nos comenta Toni mientras nos invita a pasar al salón. “Al final vimos esta casa, que era mucho más grande de lo que nosotros teníamos pensado, y dijimos: venga, vamos a intentarlo”, completa Inma.

Toni e Inma, propietarios del hotel Luz Almonaster en Huelva
Toni e Inma son los propietarios de este hotel boutique.

Los ojos de nuestra cicerone reflejan emoción al hablar del que ha sido, no hay duda, el proyecto de sus vidas. Un sueño madurado durante mucho tiempo al que dedican todo el tiempo libre del que disponen. Ambos poseen formación y profesiones que se alejan mucho del hospitality: Inma, informática, trabaja en su Huelva natal de lunes a viernes, mientras que Toni, sevillano y abogado, se desplaza constantemente de la capital hispalense a Algeciras, donde tiene sus despachos. Dos vidas que funcionan en paralelo entre semana pero que cada viernes confluyen en este hotel, donde continúan trabajando como los que más, solo que con tareas bien distintas. “Llevamos cinco años sin un día libre, trabajamos de lunes a domingo porque el hotel abre los 365 días del año, pero nos gusta porque el negocio es muy satisfactorio. Hemos ido aprendiendo a base de ensayo-error”, apunta Toni.

Cama y detalle del nombre de una habitación del hotel Luz Almonaster
Cada habitación lleva le nombre de una mujer de la familia.

Sin embargo, llegar hasta aquí no ha sido ningún camino de rosas. Cada vez que rememoran las condiciones de la casa cuando decidieron adquirirla, aún valoran más sus logros: grandes agujeros en los techos habían hecho que, durante años de abandono, las inclemencias meteorológicas marcaran huella en su interior. “Pudimos mantener la fachada y las crujías, que son las originales”, nos comenta el matrimonio. “La distribución, sin embargo, es completamente distinta: la escalera está puesta al revés, por lo que tuvimos que pedir permiso a Cultura para cambiarla. Hicimos alfombras de suelo hidráulico con los azulejos que quedaban en condiciones aceptables en la casa y los conservamos así por la planta baja”, añaden.

Salón junto a la recepción del hotel Luz Almonaster
El salón con chimenea para relajarse con un buen libro.

Hoy, una pequeña recepción es la antesala a los espacios comunes. Tras ella, se despliegan el coqueto comedor en el que se sirven los desayunos y cenas los fines de semana, y un saloncito junto a una chimenea que conforma el corazón del Hotel Luz Almonaster. Sobre los muebles del salón descubrimos fotografías enmarcadas de Inma y Toni en los lugares más diversos del mundo. “Eso fue idea de Toni, una manera de hacer que el hotel se sienta como una casa para los huéspedes”, nos revela la anfitriona. En las mesitas del comedor reposan libros de toda índole, muchos de ellos españoles, otros, ingleses, aunque nos aseguran que los huéspedes extranjeros suponen para ellos apenas un 5%. “Algunas veces cambio los libros por partituras de óperas de Rossini: me encanta la música clásica”, nos comenta Toni. Y acto seguido nos invita a explorar la zona exterior.

Detalles de la decoración del jardín y salón del hotel Luz Almonaster
Varios detalles de la decoración del jardín y del interior del hotel.

El jardín secreto

Antes de que uno se adentre en el hotel, poco puede sospechar que, en sus entrañas, se halle un vergel de la talla de lo que el Hotel Luz posee: su apacible jardín supone una verdadera revelación. Por encontrarnos en pleno centro de Almonaster, pueblo serrano con marcadas raíces árabes por el que han pasado, a lo largo de los siglos, innumerables pueblos y culturas, sorprende encontrar un oasis de estas características sin salir del casco histórico.

Una huésped en el baño de su habitación del hotel Luz Almonaster
El hotel que a sus dueños les encantaría encontrar cuando viajan.
Habitación del hotel Luz Almonaster
Las camas están vestidas con sábanas de 180 hilos.

Las mañanas en su terraza, rodeados de árboles y flores, dan lugar para disfrutar de un delicioso desayuno. Todo aquí está elaborado en el momento por Inma, que defiende la experiencia como uno de los fuertes del hotel. No falta una gran variedad de dulces caseros, pero tampoco la fruta o la bollería, las tostadas y los embutidos. Según avanzan las horas en el reloj, la tarta de queso o el cruasán podrán evolucionar a una copita de vino o a un espirituoso, siempre disfrutado con vistas al jardín.

Tartas y repostería casera del desayuno en hotel Luz Almonaster
La repostería es casera y preparada al día.

La gran mayoría de los huéspedes se decantan, sobre todo en época de calor, por la piscina, el mejor rincón para refrescarse. Solo hay que bajar unos escalones para encontrarse con este espacio que, rodeado de hamacas, nos tienta con fuerza a olvidarnos del mundo, a tomar ese libro al que le tenemos tantas ganas, y a tumbarnos a descansar.

Desde este rincón se pueden contemplar algunos de los balcones de las habitaciones: tres de ellas se despliegan por la planta baja, mientras que el resto se encuentran en el piso superior. Inma y Toni bautizaron a cada una de ellas con el hombre de una mujer importante en sus vidas: sus madres, sus hermanas, sus sobrinas o hijas, son homenajeadas de esta forma desde este rincón. Además, en un extremo de la casa, cuentan también con un pequeño apartamento para aquellos que desean alojarse temporadas más largas. “Hemos hecho el hotel que nos encantaría encontrarnos cuando vamos de viaje”, nos dice Inma mientras señala las camas, de colchones cómodos y mullidos y vestidas con sábanas de 180 hilos de tiras bordadas. Las toallas, de 600 gramos, son otro atractivo más. Estancias amplias y agradables, en su mayoría con vistas al jardín y a la sierra, son la guinda al pastel de cualquier escapada que se precie.

Detalles del baño del hotel Luz Almonaster
La cuidada decoración también lleva el sello de la pareja.

Hora de sentarse a la mesa

Cada tarde, durante los fines de semana, los espacios comunes de Hotel Luz Almonaster se ven conquistados por el aroma a cocina hogareña. A esa de fogones que trabajan lentos, sin prisas, dotando textura y sabor a deliciosas recetas caseras. Inma es la responsable de que sea así: con el mandil colocado desde bien temprano, se afana en preparar los mejores manjares con los que agasajar a sus huéspedes. Porque desde el principio lo tuvieron claro: quienes se hospedaran en el hotel, tendrían la posibilidad de añadir a la estancia una maravillosa cena.

Piscina del hotel Luz Almonaster
Un refrescante baño para los días más calurosos.

“Yo cocino como si invitara a los comensales a mi casa. Lo hago todo al momento, no trabajo con nada congelado y muchas veces le pongo a la gente lo que yo quiero: tenemos una carta, pero cuando salgo a la sala y hablo con ellos, ya sé lo que les va a gustar más”, comenta entre risas. Los platos que conforman la carta los improvisa cada viernes cuando, antes de partir de Huelva, hace una parada en el mercado de abastos. Todo fresco; todo de calidad. Todo listo para que haga magia con el producto.

Platos del desayuno y cena del hotel Luz Almonaster
De la cocina casera, tanto en el desayuno como en la cena, se encarga Inma.

Una iluminación tenue acompaña a la ambientación musical de fondo, que suele estar protagonizada por algo de jazz o música clásica, mientras los huéspedes van ocupando sus mesas en el comedor para cenar. Inma nos convence con la descripción de una serie de platos que, como sospechábamos, acaban siendo un éxito: una ensalada de burrata y tomate del terreno nos sirve para empezar, tras lo que nos deslumbra con un delicioso brioche de carrillera y unas pencas de acelga rellenas de pluma ibérica. Entre unos platos y otros, picoteamos un exquisito lomo de cerdo ibérico a la sal mientras maridamos cada bocado con un vino tinto de la casa. De postre, tocino de cielo casero. ¿Qué más podemos pedir?

Fachada y entrada principal del hotel Luz Almonaster
El hotel se encuentra en el corazón urbano de Almonaster La Real.

Los tiempos son perfectos, el servicio, excepcional: la velada resulta un gran éxito y culmina una jornada de lo más completa. Cuando enfilamos las escaleras hacia nuestra habitación, Frank Sinatra entona desde el altavoz Fly me to the moon, la despedida ideal para una experiencia de 10. Inma y Toni han conseguido su propósito: sin duda, nos hemos sentido como en nuestra propia casa.

HOTEL LUZ ALMONASTER - C/ Iglesia, 3. Almonaster la Real (Huelva). Tel: 63887129

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