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Como un aventurero del siglo XVII, montando en un navío y surcando los mares, puedes descubrir nuevos mundos. De esta manera se puede vivir el viaje a Menorca a bordo del ferry Cecilia Payne, donde varios viajeros disfrutan de la brisa marina y del sol de la mañana en la terraza, mientras otros descansan en sus butacas dispuestos a comenzar sus días de asueto. 'Lago Resort Menorca' está situado al sureste de la isla, cerca del puerto de Ciutadella -en la paradisíaca Cala'n Bosch y muy cerca de la playa de Son Xoriguer-, a escasos metros donde se encuentra el puerto deportivo El Lago.
El grupo hostelero Moga empezó como una empresa de restauración familiar hace 31 años. Teo García (vallisoletano) y Ana Montaner (menorquina), tras conocerse y formar una familia, montaron un pequeño restaurante donde se servían las primeras pizzas de Menorca, 'El Tropicana'. Después vendría el primer restaurante mexicano de la isla llamado 'Fiesta', luego el 'Rodizio Grill', el 'Toro Negro', el prestigioso 'Aquarium' y varios restaurantes más en Pucela.
Años más tarde sus hijos Lucas y Santiago García Muntaner recogieron el testigo ampliando y transformando algunos negocios, pero sobre todo la joya de la familia: el 'Lago Resort Menorca', un complejo compuesto por 'Suites del Lago Eco Hotel & Thalasso Pool', 'Casas del Lago', 'Villas del Lago' y 'Bungalows del Lago'. Convirtieron un hotel donde las familias, sobre todo británicas, disfrutaban del “todo incluido” gestionado a través de touroperadores, en un establecimiento “only adults”.
"Trabajando para otras cadenas me di cuenta que para Menorca no quería un proyecto de touroperador. Fue muy duro para los clientes, estaban acostumbrados a venir en familia y de repente lo cortamos de raíz”, explica Lucas García. “Quería que los clientes se encontrasen en la serie Melrose Place, un lugar de lujo a la vez que ecológico”.
El hotel ‘Lago Resort Menorca’ es un lugar de capricho y para adultos. Es un espacio de alma menorquina, un lugar donde se respira tranquilidad en un ambiente exclusivo de sencilla belleza. Ideal para la reconexión con la naturaleza, los largos paseos, la relajación en el agua y las puestas de sol.
La cuidada y selecta decoración de sus acogedoras suites, de estilo menorquín, está en consonancia con la imponente piscina exterior climatizada de talasoterapia. El lujo ecológico es la premisa en un lugar donde todo se cuida al detalle; desde la iluminación domótica hasta el colchón de plumas naturales. Medidas sostenibles para dejar la mínima huella y proteger la isla.
El objetivo es convertirse en el hotel más sostenible de España para reducir un 50 % la huella de carbono generada por un espacio de estas características. Dispone de vehículo eléctrico para la recogida de los clientes en el aeropuerto o el puerto y utiliza domótica de iluminación de última generación, permitiendo crear distintos escenarios para cada momento.
También cuenta con un sistema de refrigeración que optimiza la temperatura de manera inteligente al disponer de sensores de movimiento; 134 placas híbridas para calentar la piscina climatizada y, lo más curioso, la suela de los zapatos del personal y los posavasos de los restaurantes han sido elaborados con plásticos recogidos en la costa menorquina por la asociación ecologista Per la Mar Viva.
Los clientes del hotel, desinhibidos y relajados, se refrescan en la piscina privada individual de la terraza de sus habitaciones con un cóctel en la mano y vistas al solárium. El complejo cuenta con una talasopiscina (piscina de agua de mar) que incluye un bar sumergido en ella para tomar una copa y una piscina climatizada para disfrutarla todo el año.
Dispone también de la primera talaiòtic pool, una piscina en la que han sumergido distintas rocas de manera orgánica y que cuenta con 12 camas balinesas suspendidas en el agua. Una de las duchas tiene forma de taula menorquina y otra es una barca antigua de madera. Además, hay un gimnasio que cuenta con unas máquinas de fitness de madera y que, en vez de usar pesos, usan el agua como contrapeso.
El resort también dispone de un huerto ecológico con verduras y frutas y una villa dedicada al cuidado de gallinas, donde se producen los huevos ecológicos que cada día consumen los clientes del hotel en sus tres restaurantes. 'Godai', a cargo de Julián Mármol, un restaurante japomenorquín donde se fusiona el producto local con las técnicas culinarias japonesas; 'Foc Eco Braserie', que nutre su parrilla Josper de productos locales y en el que se utiliza carbón de ullastre de Mercadal y sarmientos de las bodegas Binitord, y 'Terra Wine Bar', un bar inspirado en la cultura del vino donde están las referencias locales, nacionales e internacionales más conocidas.
Un paseo junto al 'Lago' en el puerto de Cala'n Bosch lleva al restaurante 'Aquarium', un local que nació en 2014 con una decoración elegante de estilo marinero y que abre durante la temporada de verano. Dirigido por Santiago García Muntaner, dispone de un impresionante acuario de 13 metros de largo, suelo y paredes con madera de jatoba, y una cava de vinos con referencias de la isla y de las denominaciones de mayor renombre. Además, los clientes son recibidos con múltiples artilugios de barco antiguo y un llaüt en la entrada que hace de expositor con la pesca diaria.
El restaurante dispone de una amplia terraza al borde del puerto, un comedor interior y una sala interior sólo para adultos: El Camarote. Este espacio cuenta con placas de absorción acústica y una iluminación más tenue, consiguiendo un ambiente más tranquilo y romántico.
La cocina es puramente mediterránea con la calidad como bandera y las recetas secretas de Ana Montaner, que las legó a sus hijos para ofrecer los mejores platos. En 'Aquarium’ son expertos en arroces y paellas, atún rojo -calidad Balfegó-, caldereta de langosta, pescados y marisco de la isla. Algunos de sus platos estrella son el tataki de auténtico atún rojo, caldereta de langosta, arroz meloso de gambas rojas, gallo San Pedro frito con ajos y cebolla frita y lubina a la sal.
A la hora de la cena, en las ‘Suites del Lago’ se encuentra ‘Godai’, el primer restaurante japomenorquín dirigido por el reputado chef Julián Mármol. En la cultura japonesa este término significa los cinco elementos en orden ascendente: tierra, agua, fuego, viento y vacío. Julián Mármol, estrella de la cocina desde 2018 en ‘Yugo The Bunker’ (Recomendado por Guía Repsol), se ha puesto al frente de esta ambiciosa propuesta que comparte con Lucas García, propietario de ‘Lago Resort Menorca’.
“La historia empezó hace unos cuatro años. Nosotros somos más hosteleros que hoteleros y teníamos claro que debíamos hacer algo que no existiera” explica Lucas García, que ante la pasión por la gastronomía le recomendaron ir a comer a ‘Yugo The Búnker’, el único club privado de España. Cuatro años después y una pandemia de por medio, esta unión se materializa en lo que Mármol define como una cocina “de fusión sin confusión”.
Su pretensión es equilibrar los sabores de los productos autóctonos en comunión con las técnicas más puras de la cocina japonesa. Julián plantea una carta sin soja y cada vez con menos arroz para que los sabores sean más puros, sin alteraciones. El marisco de Menorca, crudo y semicrudo, es el protagonista de este reto culinario que incluye alimentos de su propio huerto orgánico.
Consciente de que no a todo el mundo le interesan los crudos y semicrudos, Mármol incluye langosta, cigala, carabinero, caproig, cuixot o sobrasada, entre otros, y los encaja en la cocina nipona. “Cuando probé el marisco de Menorca me quedé alucinado con este sabor tan puro”, explica el chef. Una cocina sensible y con sentido discursivo. El compromiso Japón-Menorca también se traslada al maridaje, a cargo del sumiller Sergio Carretero.
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