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Es en la Manchuela albaceteña donde el cauce del río Júcar decidió, hace unos dos millones de años, virar su rumbo hacia el Mediterráneo, trazando divagantes meandros encajonados en una hoz con paredes que llegan a alcanzar los 150 metros de altitud. Sus aguas, que adquieren la pintoresca tonalidad turquesa, calman su discurrir, que se acompasa con el silencio rocoso de un paisaje escarpado, con pueblos muy singulares, huertas ribereñas y un entorno cautivador.
Fue justo aquí, entre las pedanías de Maldonado y Calzada de Vergara (municipio de Jorquera), donde Víctor Pinedo y Fernando Monteagudo decidieron montar su hotel ‘XUQ Lomas de Ruvira’ en el año 2017. “Somos amigos de la infancia y pasábamos algunos veranos en una casa que la familia de Fernando tenía en Jorquera. Siempre decíamos que esta comarca de Albacete es la gran desconocida y que algún día montaríamos algo en las cuevas”, recuerda Víctor. Las cave-suites y villas de ‘XUQ’ están excavadas en la fachada rocosa, aprovechando sus oquedades y relieves, “como existían originariamente desde hace mucho tiempo; pero es cierto que en los últimos tiempos se han abandondo muchas, al perderse su uso como lugar de aperos para la labranza”.
El proyecto de Víctor y Fernando comenzó a forjarse en 2015, “después de ver el cartel de ‘se vende’ colgado en la entrada de una de esas cuevas un día que estábamos paseando con la bici por la zona. Nos propusimos rescatarlas bajo una filosofía que nos gusta definir como eco-slow: y es que no hace falta crear algo desde cero para que sea propio e ilusionante, sino que se puede adaptar lo existente, reformarlo, rehabilitarlo y darle una segunda vida”, apuntan los propietarios. Orientadas al sur, lo que permite conservar una temperatura media de entre 18 y 20 grados en su interior, todas las suites cuentan con enormes ventanales en dormitorios y cocinas para que el paisaje y la luz sean huéspedes permanentes.
Por el momento se trata de siete suites y tres villas, con visos de ampliación en los próximos meses. “Todas tienen como nombre la palabra cueva en distintos idiomas: Ogof, Grotta, Guha, Tha, Cova, Höhle, Magara, Kahf, Kaverno y Piacovy. Nuestro objetivo es llegar a los 22 alojamientos en total, ocupando la fachada completa de este tramo de la Ribera de Cuevas”. La mayoría cuenta con jacuzzi privado, encajado en un recoveco de la montaña o en una antigua gorrinera, salones con chimenea para las noches más frías, dormitorios tallados en la roca, techos abuhardillados, amplias camas king size o de estilo tatami, y barbacoa exterior para una jornada campestre. También algunas disponen de una pequeña alberca con cascada spa para darse un refrescante chapuzón.
Las villas son tres. Kaverno es una cueva “con siglos de antigüedad”, que fue rehabilitada en 2022, “conservando la esencia, pero adaptándola a las nuevas necesidades de comodidad del turismo rural”. Consta de 82 metros cuadrados, divididos en tres plantas: amplio salón vanguardista -donde se fusiona un jacuzzi climatizado y una cocina de diseño abierta- y dormitorio diáfano con techos abuhardillados y enormes ventanales. Un poco más grande es Piacory, con 100 metros y un dormitorio con terraza privada, donde se ubica la piscina con vistas al escaparate del cañón del río Júcar. En Grotta, de dos plantas, destaca el salón encajado en un resquicio de la montaña, que hace de cabecero de la cama en la planta superior.
Los blancos y terrosos son los tonos protagonistas en los distintos espacios, donde se cuela la madera natural de los tejados. “La decoración es otro de nuestros fuertes. Nos vamos adaptando a la morfología de la cueva, pero nos gusta jugar con los elementos del mobiliario y los accesorios. Puedes estar alojando en una de nuestras suites y villas una vez, y en la siguiente ocasión será totalmente distinta”, promete Víctor. Mantas, butacones, sillones, alfombras importadas de la India y Marrakech, escritorios, cuadros o bargueños aparecen en distintos lugares del alojamiento. En la suite Tha, por ejemplo, el mobiliario más actual convive con los antiguos pesebres donde las caballerizas se alimentaban, mientras que en el baño de Ogof se conserva todavía la chimenea donde se realizaba antiguamente la matanza del cerdo.
Cerca de las habitaciones hay un espacio al aire libre (el landscape) exclusivo para los clientes donde se distribuyen varias camas balinesas, tumbonas y sofás alrededor de un jardín junto al cauce del Júcar. Hay una pequeña laguna de agua natural, procedente del río a través de una acequia, donde refrescarse entre nenúfares. También es posible darse un baño en las aguas turquesas del propio río.
En ‘XUQ’ ponen a disposición de los clientes el servicio de alquiler de bicicletas. El entorno natural es un auténtico espectáculo de la naturaleza y son varias las rutas de senderismo para conocerlo. El pueblo de Jorquera se eleva sobre una escarpada hoz del río, coronada con una muralla de origen almohade. El camino que la une con la pintoresca Alcalá del Júcar, con sus peculiares casas escalonadas, está salpicado de viñedos, almendros y olivos. Un poco más al norte, en Casas Ibañez, se puede hacer una escapada gastronómica para disfrutar de la cocina que los jóvenes Javier Sanz y Juan Sahuquillo despliegan en sus soleados ‘Cañitas Maite’ y ‘Oba-‘.
HOTEL XUQ – Poblado de Maldonado, 5. Jorquera (Albacete). Tel: 653 755 458.