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En la entrada pone Stairway to Heaven así que, aunque ya estamos en una playa de Ibiza (algo bastante parecido a un paraíso) decidimos subir sus peldaños para trasladarnos a un lugar diferente, casi podríamos decir que a un tiempo diferente. Suenan los arrastrados acordes de Surf Rider, los cuerpos lánguidos se dejan tostar al sol. Chicas guapas pasean por la piscina libando cócteles de colores. Un edificio de líneas art decó preside la escena, que se funde a blanco y turquesa.
Estamos en el 'Hotel Santos', el primero de una serie de edificios que están salpicando la isla blanca de colores flúor y pastel, intercalando sus construcciones payesas con estilos art decó. Miami ha llegado a Ibiza, y parece que lo ha hecho para quedarse. Desde hace años se habla de las similitudes entre la isla mediterránea y la urbe americana. Ambas son dos ciudades volcadas en el turismo de lujo, ambas son capitales mundiales de la electrónica. Tienen locales en común (el ubicuo 'Nikki Beach', por poner un ejemplo) y fiestas en común (TS5 de Craig David por poner otro). Pero hasta ahora las diferencias acababan aquí. En los últimos diez años, sin embargo, un grupo de empresarios, arquitectos y diseñadores ha puesto el ojo en Miami en busca de inspiración.
Diego Calvo es uno de ellos. Como socio de 'Hotel Concept Group', este ibicenco gestiona tres de los cuatro hoteles art decó que hay en la isla, una cifra a la que su grupo pretende sumar dos más el año que viene. Quedamos con él en el 'Hotel Santos' y la verdad es que su presencia no desentona en absoluto en este ambiente. Luce tatuajes, tupé imposible, actitud rockera y una pasión no disimulada por ir a contracorriente. "Es que ya hay mucha gente haciendo lo mismo", explica, "prefiero tener personalidad propia a seguir modas".
Esta máxima se aplica especialmente a sus hoteles. Mientras que la mayoría ameniza sus veladas con música electrónica, ellos apuestan por el rock, con actuaciones de grupos como We are Scientist, Dorian o Mando Diao. Mientras que las grandes cadenas apuestan por las líneas minimalistas y el blanco, ellos decoran con colores flúor y detalles retro. Cuando abrieron este en el que nos encontramos, en 2013, partieron de un viejo complejo de apartamentos para crear uno de los lugares más llamativos de la isla. "Respira aires del Miami de South Beach, con un concepto que hace tributo a las estrellas del rock y a los pueblos de la isla", explica Calvo. Y es que en la isla del pecado, irónicamente, los pueblos tienen nombre de santos.
Nos movemos apenas unos metros para ver el siguiente hotel de la lista, 'El Dorado'. En este caso el nombre hace referencia a los discos de oro que han ganado los diferentes artistas que bautizan sus habitaciones. En su recepción, o como dicen ellos, su backstage, cuelga una guitarra Gibson y decenas de fotos de los grupos que han pasado por allí.
En la pared de su bar se amontonan 70 platillos de batería que conforman una particular lámpara. Hay muchos detalles destacables, pero si algo llama la atención en 'Dorado' son sus habitaciones. Elvis Presley, David Bowie, The Beach Boys, The Doors, Queen…
Cada habitación recibe al huésped con una canción seleccionada del artista que le da nombre. Vistosos vinilos reflejan su imágen en un espejo dorado, fotografías decoran sus paredes, y distintos libros sobre su vida y obra permiten a los más curiosos indagar en la historia del cantante o grupo. Incluso el teléfono de la ducha tienen forma de micrófono para emularlo.
Terminamos la visita con una curiosidad: entre tanto ídolo internacional hay un español que ha hecho su entrada en Dorados. Es Julio Iglesias y su habitación, de hecho, es una de las más demandadas.
Nos alejamos un poco de la playa para continuar nuestra ruta. 'El Tropicana' es un estallido de rosa y lima. Un enorme neón de 10 metros que recuerda a los cadillacs de los años 50, sirve para situarlo. Una sinfonola (la versión española de la mítica Jukebox) pone la música y una copa gigante de Martini hace las veces de ducha a los márgenes de su colorida piscina. Incluso la vestimenta de las empleadas, diseñada por Silvia Superstar, está a juego con el entorno. "Es un hotel muy divertido", explica Calvo, "con arquitectura art decó, colores pastel; parece que estás en la película de Scarface".
De hecho los responsables de la decoración de este y los anteriores hoteles, la agencia Il Mio Design, reconocen que para 'Tropicana' no solo usaron referencias arquitectónicas, sino que también tiraron de cultura popular, con ficciones como la mencionada película de Robert De Niro o la serie Miami Vice.
Las referencias del hotel 'Es Vivè' están en las antípodas. Si tiramos de símiles cinematográficos y literarios podríamos decir que al entrar en sus instalaciones te sientes el Gran Gatsby. Si buscamos referencias geográficas, su estética, especialmente en su interior, nos recuerda más a Londres. "El art decó dejó su impronta en muchos lugares, no solo en Miami", explica Jason Bull, dueño del hotel. Bull vivió durante años en Miami, conoce bien la ciudad y explica el por qué todo el mundo asocia este estilo con la urbe estadounidense.
"La mayoría de edificios art decó fueron renovados y pintados en los ochenta y noventa", comenta mientras pasea por los sinuosos pasillos de su hotel. También ayuda que estén todos juntos, en un solo distrito que comprende alrededor de 30 manzanas. Y el hecho de que fueran incluídos en el Registro Nacional de Lugares Históricos de EE. UU. en 1979. Miami es la capital del art decó no porque viera nacer este estilo (algo que de hecho sucedió en París) sino porque ha sabido mantenerlo, restaurarlo y potenciarlo. Algo que varios empresarios están haciendo en Ibiza, empezando por el propio Bull.
Y es que el hotel 'Es Vivè' fue rediseñado siguiendo los preceptos del art decó en 2001, pero su edificio original, que data de los años 30, ya contenía varios elementos de esta tendencia. "En realidad era una yuxtaposición de estilos", explica Bull, "pero tenía art decó en sus balcones y eso nos llamó la atención". Decidieron para su remodelación contratar al prestigioso diseñador Sean Cochrane. Mármol de Carrara, cuero tachonado, cuadros de la prestigiosa artista Tamara Lempika, máxima representante pictórica de esta tendencia… Los elementos individuales dieron como resultado un conjunto sobresaliente, merecedor del premio Design Award como mejor diseño de hotel de menos de 200 habitaciones a nivel europeo.
"Muchos de los elementos de este hotel, desde sus paredes hasta sus muebles, están hechos a medida", comenta Bull mientras nos da un tour por sus instalaciones. Destacan entre todas ellas el restaurante 'Decó', un lugar tranquilo y relajado donde puedes disfrutar de un espléndido brunch, o su club, el 'Experience Bar', donde los referentes van desde el interior de un barco (atención a los enormes ojos de buey que agujerean sus paredes) o la elegancia suntuosa de los clubes de caballeros. Todo ello regado con una buena coctelería y ritmos house.
Después de visitar estos cuatro lugares únicos, las referencias y diseños se mezclan en la cabeza. Tienen puntos en común, como el querer ofrecer algo diferente y el convertir el diseño en su principal reclamo. Pero su personalidad, bien diferenciada, y la atención a los detalles hacen que cada uno represente una corriente dentro de la misma tendencia. Y prometen ser la punta de lanza de lo que se avecina.
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