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Hay muchas formas de hacer las cosas pero sólo una de hacerlas bien. Y eso lo saben en esta casa rural segoviana donde todo está cuidado con mucho mimo, desde las instalaciones hasta los servicios, pasando por una atención personal exquisita. Regalo de la casa es la ubicación del alojamiento, en el pequeño municipio de Valsaín, rodeado de naturaleza, a una hora escasa de Madrid capital y a solo cinco minutos de La Granja de San Ildefonso, con su espectacular Palacio Real.
Precisamente para acompañar este entorno natural de gran valor, la casa se construyó con criterios bioclimáticos, como la caldera de biomasa y el reaprovechamiento de las aguas subterráneas y pluviales para riego y cisternas. El alojamiento cuenta con solo 7 habitaciones y 2 apartamentos y todos los huéspedes pueden hacer uso de los espacios comunes: un salón con sofás, televisor y una chimenea donde pasar las horas de invierno; una cocina totalmente equipada; y un pequeño jardín donde descansar después de una jornada de senderismo.
La casa está pensada tanto para el alquiler por habitaciones como para el alquiler íntegro, y cuenta incluso con sala de reuniones, con pizarras y wifi. Tanto si visitamos La Querencia como lugar de trabajo como para hacer una escapada, siempre es bueno empezar el día probando los copiosos desayunos que ofrecen, bizcocho casero incluido, y aprovechar para que los anfitriones nos recomienden la mejor excursión del día.
No hace falta recurrir a ninguna oficina de turismo para conocer el entorno de Valsaín porque los propietarios de La Querencia hacen planes personalizados para cada uno de sus invitados. ¿Rutas cortas o largas? ¿Con niños o para expertos senderistas? ¿Plan de montaña o cultural? ¿Llevaréis bocadillo o preferís un buen restaurante? Hay opciones para todos los gustos y saldremos de la casa con las indicaciones perfectas para que el día sea redondo (y si algo no queda claro, siempre podremos contar con su ayuda por WhatsApp, donde siempre están operativos).
Si apostamos por una propuesta sencilla para toda la familia, una buena opción es hacer la senda de las Pesquerías Reales, que recorre el curso del Eresma por un camino prácticamente llano, sin pérdida alguna, que puede hacerse incluso con un carrito de bebé. La senda arranca, a pocos metros de La Querencia, en una espectacular pradera donde caballos y vacas pastan en libertad, un paraíso para urbanitas. Es solo el anticipo de una ruta donde respirar naturaleza en estado puro.
El camino se habilitó en el siglo XVIII por orden de Carlos III, que visitaba la zona para pescar. Gracias a ello, se facilitó la accesibilidad al río mediante escaleras, puentes, pozas para el baño, embarcaderos y fuentes que se han conservado hasta nuestros días.
Si tenemos más experiencia en la montaña, podemos optar por una ruta de dificultad media que nos permitirá disfrutar de uno de los lugares más espectaculares de Guadarrama. La ruta dura unas cinco horas (ida y vuelta) y tiene como objetivo llegar al arroyo de La Chorranca.
En el camino podremos disfrutar de la magia de la cascada de La Chorranca, unas vistas increíbles del macizo de Peñalara desde el cerro del Puerco y la cueva del Monje, una explanada protagonista de numerosas leyendas en torno a un ermitaño que vivió al abrigo de estas rocas condenado por el mismo diablo.
Sea cual sea la ruta elegida, a la vuelta nos espera de nuevo La Querencia, con esa dosis de calidez y comodidad que nos hace incluso plantearnos la opción de dejar para siempre la ciudad.
Es imprescindible visitar el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, del siglo XVIII, que sirvió de alojamiento de verano para la corte del rey Felipe V. A la belleza arquitectónica del edificio se suman sus espectaculares jardines y una veintena de fuentes monumentales. Sin salir del municipio, podemos conocer también la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Y a escasos 11km de aquí nos espera la monumental ciudad de Segovia, Patrimonio de la Humanidad.
Casa Zaca, en La Granja de San Ildefonso, es un acierto seguro para probar los exquisitos judiones y una buena caldereta de cordero. También el restaurante del Parador de Turismo, Puerta de la Reina, donde no podemos dejar de pedir de postre un ponche de yema de mazapán. Merece la pena también ser infieles a la cocina segoviana y probar en el restaurante Tío Pepe, en Valsaín: parrillada típica argentina y empanadas de todos los sabores imaginables, con anfitriones de primera.