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Como su propio nombre indica, este hostel está situado en una de las calles más emblemáticas de Barcelona, el Paseo de Gracia, a solo 300 metros de La Pedrera del arquitecto Antonio Gaudí. Se trata de un edificio modernista que se ha reformado por completo con un cuidado diseño que no deja nada al azar. El hostel cuenta con habitaciones privadas y de grupo, cocina comunitaria, terraza y comedor con librería, juegos de mesa e incluso pantalla de cine. Además del servicio de alojamiento, el establecimiento acoge actividades como exposiciones o conciertos.
Ubicado en un antiguo edificio del siglo XIX totalmente rehabilitado, este alojamiento del barrio de Chamberí nos ofrece una de las mejores propuestas de alojamiento de la capital. Su diseño, de estilo moderno, minimalista y funcional, le convierte en una auténtica delicia para la vista. Sus servicios, además, nos garantizan todo lo necesario para nuestra estancia. Dispone de cocina con nevera y fogones de uso comunitario, bar, una sala con sofás y pantalla grande para ver películas y hasta una biblioteca.
Se califica a sí mismo como el albergue más travieso de Málaga y la verdad es que no anda muy desencaminado porque aquí, la diversión está garantizada. En un ambiente juvenil e internacional, este hostel nos ofrece no solo habitaciones para alojarnos sino también un lugar de encuentro entre personas dispuestas a disfrutar al máximo de su viaje y el intercambio cultural. Uno de sus principales atractivos es la terraza, con bar y sofás incluidos.
Como excepción, este hostel extremeño no se encuentra en el centro de una gran ciudad sino en plena naturaleza, de hecho, el propio edificio trata de camuflarse con el paisaje. Sobre una pequeña colina con vistas al embalse de Alcántara, este alojamiento nos ofrece diseño, tranquilidad y buen precio. Aunque está abierto todo el año, si queremos visitarlo entre los meses de noviembre y febrero debemos avisar previamente ya que hay poca afluencia de huéspedes en esta época y sólo lo abren cuando hay reservas.
Con las vistas que tiene la terraza de este hostel, no le harían falta ni habitaciones, porque uno desearía quedarse toda la noche contemplando la catedral de Sevilla a la luz de la luna. Precisamente por este paisaje, su azotea es el principal punto de encuentro de los huéspedes de este alojamiento, llegados de todas partes del mundo. Su decoración, acogedora y desenfadada, hace que uno se sienta como en casa y resulte difícil querer marcharse de aquí.
Mucho más que un alojamiento, Revolutum es un espectáculo. De hecho, el hostel cuenta incluso con un escenario. Aquí encontramos una cuidada decoración que no deja a nadie indiferente. Su mobiliario va desde el rococó al vintage pasando por la más pura vanguardia y, si nos quedamos prendados de alguna pieza, podemos llevárnosla a casa ya que todos los muebles están a la venta. Otra gran ventaja de este hostel es su ubicación, pues se encuentra a solo 40 metros de la Plaza Mayor de Salamanca.
Aunque sus instalaciones, servicio y ubicación son excelentes, no es ninguno de estos motivos lo que hace a este hostel especial, sino su equipo humano. El establecimiento desarrolla un proyecto de integración social a través del cual emplea a personas con discapacidad. De esta forma, el albergue no solo cubre los puestos de trabajo que necesita para su funcionamiento sino que permite el desarrollo personal y profesional de este colectivo. La totalidad del edificio, además, se ha diseñado con un criterio de accesibilidad universal, lo que se convierte en un valor añadido para huéspedes con algún tipo de discapacidad.
Es uno de los ocho establecimientos de la cadena Nest Hostels y su ubicación es una auténtica delicia. Está situado en el Parque Natural de Amentzagaina, de forma que podemos disfrutar de todas las ventajas de un entorno natural y, a la vez, de una gran ciudad como Donostia. Gracias a esta ubicación podemos contemplar, desde la magnífica terraza del hostel, una espectacular panorámica de Donostia y el mar Cantábrico. Deportistas y mochileros tienen especial predilección por este alojamiento.
Su diseño y localización convierten a este hostel en una de las mejores propuestas de alojamiento en Barcelona. Hospedarnos aquí supone estar a solo unos pasos de tres puntos claves de la ciudad: La Rambla, la playa de la Barceloneta y el barrio Gótico. Además de un entorno de lujo, el hostel nos regala también un interior de primera. Su principal característica son las literas con formato cápsula, que convierten cada cama en un pequeño habitáculo individual, aportándonos un añadido de privacidad que se agradece en las habitaciones compartidas.
Este alojamiento, perteneciente a la cadena Nest Hostel, es probablemente el que mejores vistas tiene de todo este top ten y es que es difícil superar una panorámica de la espectacular Alhambra. Esto es lo que podemos ver desde la terraza de este hostel, ubicado en un palacete tradicional andaluz del siglo XVII, que ha sido totalmente rehabilitado. El color y la decoración pop es protagonista en cada rincón del establecimiento donde el buen humor se transmite entre los huéspedes. Si nos hospedamos aquí, no podemos perdernos un rato de relax en su patio interior.