Semana Santa en Hondarribia

Hondarribia, Gipuzkoa/Guipúzcoa

Al lado de Francia, en este rincón fronterizo palpitante de historia, vida y color, también la Semana Santa se vive con intensidad especial, elevándose como una de las principales celebraciones, que hunde sus raíces más de 400 años atrás. Ese regusto centenario impregna especialmente el Viernes Santo, con todos los elementos necesarios para resultar fascinante. Para empezar, una iglesia parroquial monumental, antesala de lujo para la Procesión del Silencio. Lo que desde allí se desarrolla es un ritual de impecable puesta en escena: la salida de los doce apóstoles de la sacristía, vestidos con sus solemnes túnicas; la aparición de la imagen del Cristo, la entrada tras la misa de los soldados romanos en el templo, el descendimiento y la salida de las imágenes en procesión por el casco histórico... Son diez tallas que llenan las calles de arte como un museo al aire libre, con los cuatro costaleros que llevan cada paso sirviendo de peana que lujo para semejantes esculturas y su silencioso desfile, al ritmo de la marcha fúnebre de Chopin.

Si la Pasión del Viernes Santo cautiva, la semana tiene un colofón de lujo el Domingo de Resurrección, en el momento en que las tropas del imperio entran a custodiar el sepulcro de Jesús y caen fulminadas ante el Cristo Resucitado. Es la caída de los romanos, una señal de rendimiento que simboliza bien el sentimiento de vecinos y turistas cuando presencian esta Semana Santa única.