Compartir

{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Alcolea

El olivar más alto del mundo

Se dice que Alcolea y sus dos pedanías, Darrícal y Lucainena, colgadas en la Sierra de Gádor, en la Alpujarra almeriense, tienen los olivares más altos del mundo. “Los viejos olivos con sus retorcidos troncos, a veces huecos, donde nos escondíamos en los juegos infantiles, renuevan sus ramas en un difícil y milagroso recorrido de su savia y nos ofrecen sus lozanas aceitunas que son trabajo, riqueza y oleoso néctar de los dioses del Olimpo de cuyas laderas sin duda proceden”, describe el escritor alcoleano Francisco López Moya sobre este árbol, auténtico símbolo de la villa, en cuyo honor su Ayuntamiento organiza, desde hace seis ediciones, la Ruta de los Olivos Centenarios, con desayuno, paseos y visita a las almazaras. Monumentos vivos que conviven con los de piedra, como la Iglesia de San Sebastián, la Ermita de San Sebastián y San Ildefonso, la Iglesia Parroquial del Santo Ángel, situada en Darrícal, y la Iglesia del Santo Cristo del Consuelo y la Virgen María, en Lucainena, junto a plazas, fuentes, casas con corrales, azoteas donde se curan jamones o tinaos con macetas de claveles y geranios.

Información de contacto

Reportajes recomendados Ver todos

Ver todos