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Algorfa

Una partida de damas a lo largo de la historia

Las propias piedras de su cantera dieron vida a la Ermita de Algorfa, la imagen más característica de esta vecindad que, sin ser relevante como punto estratégico, siempre estuvo en mitad de líos entre condes, marqueses y vizcondes, tanto locales como vecinos. Se cuenta que en su día su interior estaba embaldosado con placas de mármol blancas y negras, en plan damero, y que tenía una acústica y una luminosidad especial. Y que estaba siempre en medio de líos lo atestigua su propio casco urbano, dividido en dos partes: uno de ellos pertenece al municipio de Almoradí.  El Castillo de Montemar, del siglo XVIII era una oda a los lunes al sol de los célebres condes de Casa Rojas. Iban a sacar lustre al poderío, pero no a las alabardas. Cuenta con Torre del Homenaje con garitones, de estilo afrancesado, y con almenas inclinadas, patio cuadrado rodeado de galería en primera planta, torres cuadradas y semicirculares. Un lujo. La patrona, la Virgen del Carmen, tiene su iglesia cerca del Ayuntamiento, como es habitual en todos los pueblos de la Vega Baja del Segura.

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