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Entre lo vetón y lo romano
Población de menos de 100 habitantes junto al río Arevalillo (cauce transitorio), a 40,5 km de Ávila. Se emplaza sobre una pequeña elevación del terreno, de la que podría proceder su nombre según algunos autores.
La iglesia de San Cristóbal es un templo erigido en sencillo estilo neomudéjar, además de ser uno de los templos más recientes de La Moraña. Finales del XIX sobre los cimientos de la iglesia anterior. Además del retablo, entre su patrimonio destaca la talla románica de la virgen conocida popularmente como La Galinda, porque procede de un antiguo asentamiento ya despoblado, Galindos. La virgen aparece sentada y sostiene sobre sus rodillas al Niño con una mano. La otra está ocupada por la bola del Orbe.
Frente a la parte posterior de la iglesia se sitúa un interesante túmulo funerario que fusiona dos tradiciones culturales, romana y celta. Se trata de una talla en granito de un verraco o animal totémico clásico de la tribu vetona: una cerda que destaca por lo explícito de su órgano sexual. En ese sentido se parece mucho a una talla que conserva Arévalo, ‘la Marrana cárdena’. No en vano esta población parece que marcaba, aunque con límites difusos, la frontera norte de los vetones.
En el término de Cabizuela abundan las tierras arenosas de pinares, a no demasiada distancia de los pinares más extensos junto a El Bohodón y Tiñosillos.
En los alrededores aún resiste alguna laguna de las muchas que hubo cuando el regadío era menos intenso y las lluvias más generosas.
Nuestra Señora de Galindo, el segundo domingo de mayo, son las fiestas grandes del pueblo. La tradición manda organizar grupos que se turnan para adornar la talla con velas. Los propios vecinos componen letra y música de canciones para la ocasión.
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