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Famorca

Aires sanos entre la Serrella y Alfaro

Que nadie se lleve a engaño. Aunque tras la repoblación cristiana este pequeño municipio alicantino se renovó con familias mallorquinas, Famorca no debe su nombre a ello, sino al tradicional cultivo del olivo y a los bastiones naturales que lo dominan, la Sierra de Alfaro y La Serrella. La iglesia está dedicada a San Cayetano y se construyó a finales del siglo XVI. A principios del XX se reconstruyó. En el Morro del Asdarbalet, que está en el Barranco de la Fita, se han encontrado pinturas rupestres y grabados de estilo esquemático. Pero en lo que destaca Famorca verdaderamente es en su valor natural y paisajístico. Se trata de una localidad muy visitada por deportistas y amantes de la naturaleza.

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