Sarreaus

Patrimonio recuperado en tierra de Carnaval

Sarreaus se extiende en diagonal desde las zonas altas donde abundan los bosques hasta la gran llanura de A Limia con sus tierras de cultivo, ofreciendo un patrimonio tan antiguo como la llamada Pedra Alta de Antela, un esbelto menhir de 3,47 metros hallado en la localidad de Cortegada. Miles de años después de ser labrado por el hombre y aparecer arrumbado entre maleza, el monolito ha seguido dando servicio al pueblo como hito que señala el límite entre este Ayuntamiento y los de Vilar de Barrio y Xunqueira de Ambía.

La toponimia da abundantes pistas de la existencia de enterramientos megalíticos, pero de momento ninguno ha podido ser catalogado. Aunque sí se han localizado vestigios posteriores, de la época de la romanización, con la presencia de asentamientos y piedras con inscripciones que hablan de los emperadores Trajano y Adriano, además de los dioses Júpiter y Bandua, el guerrero protector de numerosos poblados castreños en Galicia.

De la Edad Media han llegado hasta nuestros días, apenas sin sufrir las tan habituales transformaciones de estilo de las viejas iglesias en la comunidad, los templos de Santa María de Perrelos y, sobre todo, la airosa y bella parroquia de Codosedo. Dentro de la arquitectura popular llama poderosamente la atención la aldea de Couso Galán, una población abandonada que fue comprada en el año 2000 por una pareja foránea y luego rehabilitada conforme a su estética primigenia a lo largo de ocho años. El conjunto resultante es un pintoresco pueblo tradicional perfectamente conservado que hoy se destina por completo al turismo rural y la celebración de eventos. Por el medio de la aldea cruza el río Limia que riega y da nombre a esta comarca eminentemente agrícola. El Limia, bautizado por los romanos como Lethes o “río del olvido” porque temían perder la memoria si lo atravesaban, nace poco más arriba de la aldea de Couso.

Pero entre los atractivos imprescindibles de Sarreaus están también las fiestas de Carnaval o Entroido. Este Ayuntamiento entra dentro de la zona de influencia del llamado triángulo mágico formado por Xinzo de Limia, Verín y Laza, donde se celebran las fiestas de don Carnal más famosas y ancestrales de Galicia. Si en Xinzo el personaje típico es la Pantalla, en Laza, el Peliqueiro, y en Verín el Cigarrón, en Sarreaus este papel lo ocupa el Vergalleiro.

Los vecinos se vuelcan en esta fiesta y preparan con esmero sus trajes de vergalleiros dispuestos a transformarse, durante las fiestas, en dueños y señores del Entroido. Son seres al mismo tiempo imponentes y juguetones, que visten polainas y blusa blanca, chaleco negro y adornos de color, con la cabeza cubierta por una máscara burlona y un alto sombrero de cuatro picos decorado con dibujos de animales y motivos celtas. En la cintura llevan ruidosos cencerros y, en la mano, un cuerno que hacen sonar para invitar a los asistentes a sumarse. El día más grande de las celebraciones es el domingo, y durante las fiestas es típico degustar el cerdo asado de Sarreaus.