Parque Minero de Almadén

Almadén, Ciudad Real

Qué ver

La visita al Parque Minero de Almadén es, al mismo tiempo, una experiencia pedagógica y un viaje emocional con un componente no pequeño de aventura.

Para ir preparando el espíritu, el centro de recepción reserva al visitante un resumen de lo que va a ver por medio de la visita virtual a los cercos mineros y el interior de esta mina de mercurio. Esa información se completa con las explicaciones sobre los sistemas de explotación que recibiremos en el Centro de Interpretación del parque. Y así, tras ese ‘cursillo’ acelerado de 2000 años de historia minera estaremos preparados para descender a 50 metros de profundidad hasta el yacimiento a través del pozo de San Teodoro, dentro una jaula de mina, igual que los hombres que socavaron esas piedras hace siglos, y recorrer a pie, con casco e iluminado por lámparas individuales, una galería real. Es tal como se explotaba allá por los siglos XVI y XVII y así lo atestiguan artilugios como el malacate de San Andrés, un complejo sistema para extraer el mineral gracias a un torno vertical movido por caballos, y otros muchos curiosos inventos.

El recorrido por las profundidades es intenso, espiritual, y te ayuda a sentir al mismo tiempo la dureza del trabajo que desarrollaban esos hombres y el ingenio que desplegaron para sacar las riquezas de la roca. La experiencia se completa con la subida a la superficie en un tren de vagonetas. Allí aún esperan otros enclaves de estas instalaciones declaradas patrimonio de la humanidad en 2012: los hornos de Aludeles, la puerta de carros y su calzada, la impresionante puerta de Carlos IV, el horno de tejeras…