Plaza Mayor

Pollença, Balears/Islas Baleares

Qué ver

La tradición de los pueblos concentra sus esencias en las plazas mayores, configurando sus documentos de identidad por el que los turistas evalúan el caché de los municipios. La Plaza Mayor de la localidad mallorquina de Pollença dignifica sin complejos esa carta de presentación. Después de pasear por las estrechas calles de la villa nada mejor que dirigirse a esta amplia plaza, del siglo XIX, para descansar en una de las terrazas de los restaurantes que la bordean, tomar algo y centrar nuestra atención en los rincones que vertebran la historia del lugar. Tampoco resulta desdeñable intentar localizar el gallo, símbolo de Pollença, en escudos y figuras, observar las casas de dos y tres plantas que armonizan con el encanto del lugar o, simplemente, trivializar nuestros pensamientos con el devenir de visitantes, oriundos y comerciantes, protagonistas todos ellos del día a día de esta población turística.
Quizás, lo que más sobresalga en nuestro ejercicio de observación sea la iglesia parroquial de la Mare de Déu dels Ángels, del siglo XVIII. Construcción de estilo barroco, de rostro adusto, sin ventanas que alivien su robustez, parece querer rebajar con su tranquilidad la alegría propia de una Plaza Mayor.
El corazón social del municipio se encuentra en su gran plaza. En la misma se acumulan los actos festivos, se ubica el pintoresco mercado dominical y se desarrollan los encuentros que facilitan la agenda interpersonal de habitantes y turistas. Cada domingo, los puestos visten el espacio con productos típicos de la gastronomía. Por su parte, fiestas como las de Els Cavallets o Els Cossiers, inundan de danzas, leyendas y folclore los rincones del ágora.