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Castillo de los Moros

Alcoba, Ciudad Real

Sucede igual en otros lugares del mundo pero no son muchos los que pueden presumir de esta magia. Está al aire libre y, sin embargo, parece que una urna invisible lo envuelve. Cuando se accede a ella deja escapar un oxígeno que huele a civilizaciones pasadas, a historia, a tradiciones milenarias, a batallas por el control de la tierra y el dominio de sus puntos estratégicos. En definitiva, transmite en una sola bocanada los 3.500 años de historia que tiene este yacimiento. Apenas algunas piedras que parecen formar parte de una antigua muralla han quedado en pie, pero las vistas de la explanada de las que podremos disfrutar nos harán sentir como el vigía de alguna de las torres de vigilancia.

Solo por estas vistas y esa sensación de aspirar la historia merece la pena visitar el lugar pero, además, la ruta que lleva hasta allí desde el centro etnográfico está repleta de lugares dignos de aparecer en nuestro perfil de cualquier red social: antiguos abrevaderos y cercados que hablan de la tradición ganadera y pastoril de la comarca, fósiles y maravillosas vistas de la geografía del lugar.

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