Catedral de Santa María de la Asunción

Coria, Cáceres

Qué ver

Lo primero que sorprende cuando la observamos por primera vez es la gran anchura de la torre del campanario en proporción a su altura. La catedral de Santa María de La Asunción se construyó en el siglo XIV y las obras duraron 400 años pero, siglos antes, en el mismo emplazamiento hubo otra catedral, y antes que ésta, una mezquita musulmana. Las piedras muestran una continuidad; el arte que las adorna, las esculpe o las coloca logra, finalmente, un valioso monumento de transición del gótico al barroco y después al plateresco, de gran ornamento. Un templo que, además, atesora una amplia colección de pintura, escultura y orfebrería en su interior.

Está adosada a la parte sur de la muralla, donde los rayos del sol inciden con más profundidad sobre la decoración plateresca de sus dos fachadas, tan vistosas ellas. La principal, o de La Puerta del Perdón tiene dos entradas con arco, enmarcadas por columnas renacentistas y por encima, unos frontones triangulares con relieves que narran escenas de la Virgen y su Hijo. Se recorre como una única nave. La parte central atrapa la minuciosidad con que se ha labrado la madera de nogal de la que está hecha la sillería del coro. Una reja protege y custodia el altar principal para, un poco más allá, llegar a un enorme, dorado y recargado retablo Mayor que da cuenta del estilo barroco con profusión. En la parte central, preside la talla de Nuestra Señora de la Asunción y en la parte posterior, reposan dos sepulcros episcopales.