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Ermita de la Virgen de la Coronada

Cortelazor, Huelva

Tan solo el camino que conduce desde el pueblo ya resulta deslumbrante, con su barranco, sus arroyos y vados y la vegetación que lo rodea. Pero es que al llegar nos encontramos con esta ermita que tiene su origen en el s. XIII, aunque tuvo que ser reconstruida a mediados del s. XX. De su exterior destaca la claridad de sus muros, a juego con los pueblos de casas blancas de los pueblos de la sierra, y una estrecha torre de piedra que sirve como campanario y que da un aspecto singular y coqueto a la construcción. Al atravesar el arco de ladrillo que da acceso al interior, podremos ver una verdadera joya artística, una imagen de la Virgen de la Coronada del s. XVI, que llama la atención por los verdes y dorados de su manto. Esta talla es de gran devoción para los vecinos que la sacan en procesión cada mayo, en una fiesta muy arraigada en el municipio.

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