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Azkoitia, Gipuzkoa/Guipúzcoa
¿Qué se sabe de la historia de Azkoitia? Si hay un lugar que puede responder a esa pregunta ese es, sin duda alguna, la ermita de San Martín. Levantada en lo alto del pueblo, en pleno corazón de Guipúzcoa, se hace visible entre la densa foresta que, a pesar de sus intentos, no ha logrado cubrirla. Su anciano reloj, instalado en 1859, aún acude fiel a su cita con el minutero. Como lo hacía antaño, cuando sus muros sirvieron de hospital. Enorme, el templo tiene en su torreón su elemento más destacado. Este, se mantuvo inmune al fuego que en 1318 asoló sus muros. En su interior, las paredes hablan y esconden descubrimientos de épocas pasadas. Hallazgos que permiten conocer la evolución de los moradores que habitaron en estas hermosas tierras. Declarada zona arqueológica protegida por la Diputación Foral de Guipúzkoa, la iglesia tiene una casa adosada. La misma que acogió a las tropas de Felipe IV y sirvió como hogar de reparo para los enfermos de tuberculosis. Durante los siglos XIX y XX la ermita pasó por varias rehabilitaciones que le han servido para brillar como en sus mejores días. Cuenta en su interior con una exposición permanente sobre el patrimonio de un pueblo que tiene en la ermita su recordatorio particular.
