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Dos personajes históricos y uno anónimo gozan de una estatua en las calles de Roa. Los primeros deben sus monumentos a que su vida terminó en esta ciudad burgalesa, mientras que el tercer personaje es feminino y representa a un colectivo vital para la forma de vida en la región. La figura es nada más y nada menos que una vendimiadora, con su cesta repleta de uvas recien recolectadas. Su estatua reposa en la Plaza de España, bajo la atenta mirada de todo aquel que pasa a su lado. El guerrillero conocido como El Empecinado, conocido por su lucha contra las tropas francesas en la Guerra de la Independencia, tuvo un triste final al ser ahorcado en 1825 por orden del rey que él mismo ayudo a poner de nuevo en el trono; cada año hay un homenaje frente a su estatua, en el parque La Cava, para recordar el día de su ejecución. La segunda personalidad que murió en Roa fue el Cardenal Cisneros, arzobispo de Toledo y regente del reino de Castilla, cuyo reloj de latidos terminó en 1517, cuando viajaba para recibir a Carlos I; su estatua está en el paseo del Espolón, cerca de la ribera del río Duero.
Plaza de España, Roa
947540161
https://www.roadeduero.es