Faro de Finisterre

Fisterra, Coruña, A

Qué ver

El confín de la Costa de la Muerte –Costa da Morte- es el cabo de Finisterre, con su faro, construido en 1835. Aunque las gaviotas aún van más allá, al cabo de Touriñán, donde el rey sol duerme durante la noche, la fiel amiga del Centulo –demonio-, esa piedra que sobresale del mar a 700 metros de la costa y que tantos naufragios ha causado.Prendados del lugar, de sus colores, de las vistas, la altura y las distancias, Finisterre es el saliente más visitado después de Santiago de Compostela.

La torre del faro de Finisterre emite sus destellos a 138 metros sobre el nivel del mar, al principio mediane lámparas de aceite, hasta que llegó la luz eléctrica en 1931 con las lámparas incandescentes. Su luz llega hasta unas 31 millas marinas de distancia, unos 57 kilómetros en tierra. La cantería octogonal de su construcción tiene su remate en una cornisa con balconada y, sobre ésta, una bóveda con linterna poligonal. Junto al faro se encuentra el edificio lavaca de Finisterre, como es conocida en la zona el edificio de la Sirena, de 1889, que advierte a los barcos los días de mucha niebla con un sonido chillón. Y aún a más altura se halla la tercera construcción vinculada al faro, el Semáforo, que en 1879 lanzaba señales destinadas a la marina de guerra. Hoy es una hospedería rural, desde donde contemplar el fin de la tierra y el principio de las leyendas.