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Harinera del Sindicato Agrícola de Cervera

Cervera, Lleida/Lérida

Cuesta creer que lo que estás contemplando se diseñase para albergar la sede de un sindicato agrícola y guardar su maquinaria harinera, pero así son los pequeños prodigios del modernismo industrial catalán. Allá por 1920, César Martinell, discípulo de Gaudí, echó el resto diseñando este edificio que, a pesar de la sencillez del conjunto, cautiva por la elegancia de su cuerpo y, sobre todo, el contraste con las curvas de su torreón modernista, un típico y magistral ejemplo de arco parabólico gaudiniano.

No es por casualidad que a las construcciones agrarias de César Martinell se las conozca popularmente como las catedrales del campo, de las que la Harinera del Sindicato Agrícola de Cervera sería el templo más ilustre. Es hija de un tiempo en que se buscaba promover el cooperativismo agrario. Sin embargo, cosas del arte, pese a su carácter práctico como lugar donde alojar la maquinaria y liberar al campesino de intermediarios, la farinera se ha convertido hoy en una parada turística, que se codea de tú a tú con las cercanas murallas medievales de Cervera.

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