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Villena, Alacant/Alicante
Tiene el mejor vestido de toda la Comunidad Valenciana y eso es mucho decir. El ejemplo del gótico-renacentista que engalana sus muros se halla en Villena, harto de comparaciones. Es la Iglesia de Santiago, tan bella que encoje el alma del que la contempla. Blanca e inmaculada, tiene un carácter monumental y además, por qué no decirlo, es enorme. Unas especies de contrafuertes la sujetan como si fuera a caerse, algo imposible si se la mira de frente, mientras sujeta altiva su campanario. Si el exterior impresiona al visitante será mejor que no entre dentro, ya que el interior de la iglesia le dejará sin palabras. Una vez cruzadas las puertas que dan a la plaza de la iglesia, se aparecen las columnas retorcidas esparcidas simétricamente por todo el recinto hasta llegar al altar mayor. Estas columnas 'torsas' parecen escoltar el gótico entre otras formas y colores más clásicas propios de estilos más clásicos y renacentistas. En conjunto da la sensación de que estamos más en un palacio que en una iglesia. Tan bella que la luz también quiera verla, deslumbrando a los visitantes mientras los rayos del sol rebotan y se desbordan junto a la blancura de los muros. Cómo si nada malo pudiera pasar allí. Como si la preciosa iglesia de Santiago fuera un pequeño cielo en la tierra y protegiera a todo aquel que osa aventurarse a ella.
