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Es tan soberbia que sus muros dominan por completo el espacio y tan elegante que se ha convertido en la joya del patrimonio de Puertollano. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, ha sufrido por mantener su estructura y a lo largo de los siglos las remodelaciones han hecho mella. Como si se tratase de cirugía plástica, las sucesivas rehabilitaciones han cambiado sus primigenias facciones, sobre todo en su interior. En el siglo XVII se construye la torre y algunas de las capillas, en el XVIII nuevas obras remodelan su fachada. Dos incendios, a finales del XIX y otro a principios del XX casi la llevan a la ruina. 1941, 1970, 1991 y 2014 son años de sucesivas rehabilitaciones. Pero, a pesar de tanta “cirugía” Nuestra Señora de la Asunción sigue siendo hermosa, con su planta de una sola nave flanqueada de capillas y columnas renacentistas sobre las que descansan los nervios de las bóvedas. En su exterior grandes contrafuertes la sustentan y la rematan en su parte alta numerosos pináculos de estilo renacentista. Alcemos la vista para observarlos y encontrarnos con una gran cruz de Calatrava y gárgolas zoomórficas. Tiene dos puertas de entrada, una al sur y otra al norte, ambas con un gran arco de medio punto. La puerta norte es de 1502, de estilo renacentista. La puerta sur, conocida como Puerta del Sol, es de 1547. Toda de piedra, tiene doce escalones de subida y contiene la bola del mundo sostenida por dos columnas decoradas con animales mitológicos.