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Ormaiztegi, Gipuzkoa/Guipúzcoa
La iglesia de San Andrés vendría a ser la cuna en la que se meció Ormaiztegi durante los años en que daba el estirón como poblado. En este caso, no es una metáfora forzada: dentro del templo se encuentra una pila bautismal visigótica, esculpida, que se considera que data del siglo VIII. Si presuponemos que esta pieza estuvo en Ormaiztegui desde el principio, el agua de su cuenco habría cubierto también las cabezas de los primeros vecinos de este pueblo, dándoles así la bienvenida a la Cristiandad. Ella es, por descontado, la joya más valiosa de esta iglesia parroquial, austera en su ornamento, a excepción de las dos arquivoltas exteriores que exhibe su portada acampanada.De estilo gótico, fue construida en el siglo XVI. Dentro, en cambio, se esconde el misterio de esa pila visigoda, cuyas grabaciones geométricas, símbolos religiosos muy arcaicos han llamado la atención de los estudiosos. Es un lenguaje básico, esencial, directo: la huella en piedra de un Ormaiztegi que daba entonces sus primeros pasos.
