Iglesia de Santa Ana

Alozaina, Málaga

Qué ver

Tras el arco de la estrecha calle Villa, nos aguarda la silueta más sorprendente de la iglesia de Santa Ana de Alozaina. Atravesarlo es viajar al corazón de la belleza. Al otro lado, el templo impone, sobre todo, por su férreo campanario blanco. La torre comienza con forma cuadrada, pero en su intento por alcanzar las nubes, se convierte en octogonal para alojar a unas campanas que rompen el silencio de esta tranquila localidad. Construida en mampostería y del color de la nieve, quizás como un deseo de fusionarse con el nombre de la cercana serranía (Sierra de las Nieves), el templo domina en la parte más alta del pueblo. Y no es para menos. Los fotógrafos ya han elegido el mejor escenario para fotografiarla: el parque-mirador, una bella plaza con influencia árabe. Entre la vegetación, arcos que recuerdan a mezquitas y almenas blancas se divisan las vistas más privilegiadas. Uno no sabe donde apuntar la mirada. Si hacia la sierra Prieta o a la iglesia. Ambas despliegan sus encantos y hacen difícil la elección. Envuelta en un precioso entorno, Santa Ana ofrece la mejor imagen de postal que podamos imaginar.