Iglesia de Santa María la Mayor

Alcañiz, Teruel

Qué ver

Sobresale del conjunto que forman el edificio del ayuntamiento y la Lonja en la plaza principal de Alcañiz. Simétrica en su fachada barroca se alza la iglesia de Santa María la Mayor, construida siguiendo el patrón de la de El Pilar de Zaragoza, pero con entidad y empaque propio. Derruida y vuelta a construir, ésta ave fénix religiosa resurgió más fuerte de sus cenizas. Antes fue colegiata pero no necesita serlo; es hermosa y única en su identidad de iglesia.
De la antigua construcción gótica sólo conserva una de las dos torres que rematan la fachada principal y que custodian el majestuoso pórtico barroco que luce a la entrada. No desmerece a la suntuosidad de la plaza aledaña ni al señorío de sus edificios vecinos. La portada invita con gesto solemne a entrar al interior, discreto y sencillo, sin grandes ornamentos, que contrasta con la opulencia exterior -en esto es similar a sus vecinos inmuebles-. Saben que el alma de todos está en la plaza y en el flujo vital de las gentes que la recorrieron, admiran sus contornos y siguen recorriéndola.
Al interior destaca la capilla de la Soledad, que guarda varias imágenes de Jesucristo; conmueve el Cristo Yacente por el dramatismo de su rostro. Pero el tesoro artístico más extraordinario que guarda en la sacristía es, sin duda, la colección de tablillas de los primitivos pintores aragoneses del s. XV y XVI, que reproducen las imágenes de diferentes santos y santas, entre las que destaca una de Santa María Magdalena y otra de la Virgen, atribuida a Domingo Ram, uno de los principales pintores de retablos del s. XV, puesto que hay constancia documental de su presencia en la localidad. A pesar de sus comienzos y sus continuas restauraciones, Santa María la Mayor es única, y prueba de su singularidad y especial protección es su declaración de bien de interés cultural en 1988.