Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación

Vera, Almería

Qué ver

Al llegar a Vera, su Plaza Mayor y su calle Mayor nos plantan ante la regia iglesia Nuestra Señora de la Encarnación. Nos da indicios de que este templo cumplió funciones defensivas para salvaguardar a la población de los berberiscos y de las constantes invasiones y de los piratas. Mirándola detenidamente nos acucia su aspecto fuerte, en sus ángulos los torreones macizos, sobria, sin artilugios que supusieran un flanco para el enemigo. Sus entradas, una en el lateral norte es la de acceso principal y otra a los pies, son más elevadas que el resto de terrenos que rodean al templo, pero sencillas y con grandes muros. Construida con ladrillo, mampostería, paños de sillares en las zonas altas y en las torres, estamos ante un edificio de una sola planta rectangular dividida en cinco tramos y en sus ángulos las torres de planta cuadrada en la que los alarifes moriscos siguieron las órdenes de Francisco Capilla compaginando elementos góticos y mudéjares de estilo andaluz. Así pues, el estilo Gótico tardío del siglo XVI en su estructura, en su interior un retablo Mayor Barroco del siglo XVIII y en la Capilla Mayor la Virgen de la Victoria en un retablo que muestra su inquietud ante los posibles ataques moriscos. Cuentan que un lancero experto, siguiendo las indicaciones del Carlos I, tiró una ballesta desde el cerro del Espíritu Santo, cuando hubo que levantar nuevamente la ciudad después de quedar ésta destruida por un terremoto en 1518, y cayó en la Plaza Mayor, donde se levanta la iglesia-fortaleza.