Iglesia parroquial de Santa María

Gernika-Lumo, Bizkaia/Vizcaya

Qué ver

Cuando se comenzó a construir, en 1418, el gótico aún estaba de moda y no era cuestión de llevar la contraria así que la espléndida portada, labrada en piedra y decorada con un gusto exquisito pertenece a este estilo. También las bóvedas, estrelladas o simples, dependiendo del tramo que estemos mirando, que cubren los ábsides y las tres naves responden a ese patrón. Como la construcción llevaba su ritmo, un siglo más tarde, su planta pasó a ser de estilo salón y, posteriormente, se incluyeron elementos del estilo renacentista que ya imperaba como el magnífico coro de Santa María. Por si no fuera suficiente, si desde fuera miramos hacia lo alto veremos una espadaña que proclama orgullosa su barroquismo.
Si uno no ha subido la pronunciada cuesta que lleva hasta la iglesia, puede sentir curiosidad sobre el resultado de tal combinación. Sin embargo, si ya ha salvado la pendiente y se encuentra frente al templo sólo podrá pensar en la inmensidad de la obra y en la belleza que desprende, como las creaciones de alta costura. La sobriedad de la fachada hace que destaquen aún más los elementos que componen la portada y la discreción interior aumenta la sensación de grandiosidad que tendremos al atravesar la puerta.