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Los Palacios y Villafranca, Sevilla
Dos hombres, de duro bronce, se dan la mano y parece que nos cuentan, año tras año, cómo se llegaron a hermanar dos pueblos. Estamos ante la estatua de La Unión, una estatua del artista José Manuel Díaz Benítez que 'gobierna' una fuente, un símbolo de la historia de Los Palacios y Villafranca que antes eran dos villas 'enfrentadas', separadas por el arroyo de La Raya, ese que servía de límite natural entre los dos pueblos y que pasaba por lo que hoy se conoce como la Plaza de España.
Y es que, en su día, eran muy diferentes. Los Palacios fueron una fortaleza árabe y lugar de paso, mientras que Villafranca de la marisma era un poblado de labradores y pastores. El final era inevitable, terminaron fundiéndose, aunando fuerzas, en 1836. La unión de los representantes de ambas villas, además de en este monumento de bronce, aparece también en el escudo del municipio, en el que se puede contemplar a las dos figuras humanas, un olivo y una vid que da cuenta de la importancia que tiene para ambos pueblos la agricultura.
