Nueva ermita de San Roque

San Roque, Cádiz

Qué ver

A su derecha se levantan tres columnas de forma poligonal, encaladas en blanco; dos de ellas con una pequeña oquedad en la cara principal como un ojo ciclópeo y la del medio ciega. Terminan con un remate saliente dorado y un pináculo de tonos rojizos, sobre el que va colocado una ligera cruz de hierro. Desconocemos la utilidad de los postes, pero sin duda identifican al templo y parecen sus guardianas. Indisolublemente ligadas a su estampa, por ellas es muy fácil reconocer a la Nueva Ermita de San Roque, en el pueblo del mismo lugar.
Magnificada muchas veces en tamaño respecto a sus diminutas guardianas, similar estructura poligonal y techo piramidal cubierto de teja rojiza, al lado mismo está la ermita. En cada una de sus fachadas luce pequeños ventanales rectangulares, como ecos de la puerta principal, y el blanco predomina en toda la estructura. Alrededor, arena fina y un manto recortado de hierba fresca dan una pulcritud inigualable al espacio que la contiene.
El pueblo que lleva el nombre del Santo necesitaba nueva ermita -sobre la antigua se había alzado la Iglesia de Santa María la Coronada-, así que comenzó y finalizó las obras, en 1801, de este edifico de estilo neoclásico y dentro guardó la imagen de su mentor y santo patrón, San Roque.
La cuarta semana de abril tiene lugar la Romería de San Roque. Los lugareños llevan la imagen del santo por calles y plazas hasta que salen del municipio y se adentran en Pinar del Rey, un paraje natural cercano. De noche, celebran el encuentro y la unidad, la del santo con sus gentes, con una cena popular. La fiesta es reconocida como bien de interés turístico.