Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
¡Te damos la bienvenida a Guía Repsol!
Ahora puedes acceder a tu área privada y recibir inspiración con la newsletter. Además podrás guardar establecimientos, crear rutas y mucho más desde la app.
¿Cuáles son las webs y apps de Repsol?
Si tienes una cuenta en cualquiera de ellas, tienes una cuenta única de Repsol. Así, podrás acceder a todas con el mismo correo electrónico y contraseña.
Waylet, App de pagos
Repsol Vivit y Área Cliente de Luz y Gas
Pide tu Bombona y Pide tu Gasoleo
Box Repsol
Guía Repsol
Repsol.es y Tienda Online
Área profesional Mi Solred
Uy! Nos está costando darte de alta
Si tienes o has tenido una cuenta con Guía Repsol, Waylet o la web de Repsol, trata de iniciar sesión con los mismos datos.
Asegúrate de que los datos proporcionados son correctos.
Compartir
[user_name], ¿cómo fue tu [experience_type] en [establishment_name]?
En general… ¿cómo valorarías tu experiencia?
[user_name], ¡Solo una pregunta más!
¡Gracias por tu ayuda!
La tendremos en cuenta para hacer de Guía Repsol un lugar por el que querrás brindar. ¡Chin, chin!
Añadir evento al calendario
Cinctorres, Castelló/Castellón
Escondida entre la calle Sol de la Vila y la Plaça Vella se encuentra el espectacular Palacio de San Juan. Antigua casa solariega, se construyó en el siglo XV y debe su nombre a la familia que antaño habitó sus toscos muros de piedra. Estos, conservados como el mejor de los vinos, no pueden ocultar un estilo gótico que se aprecia en cada centímetro de su fachada, de la que sobresale un alerón de madera. Su torre, de forma cuadrada, parece invitarnos a su interior, que sorprende por su tamaño. En sus estancias, varios escudos heráldicos rinden tributo a los que fueron sus dueños, destacando el que se encuentra en la sala, y dotan al inmueble de una personalidad reseñable. Si el primer piso no deja indiferente, qué decir del segundo. Unas escaleras de madera nos conducen a él. Allí, las paredes y suelos, decorados con una bella cerámica zoomórfica, nos dejan sin palabras. Boquiabiertos, observamos con atención las baldosas, cada una con un grabado diferente, antes de abandonar la casa palaciega con la sensación de que nos hemos dejado algo en el tintero. No pasa nada, volveremos con gusto a visitar un lugar que merece la pena.
